BEIJING, 1 dic (Xinhua) — Gobiernos y organizaciones de Colombia, Cuba, República Dominicana, Irán y otros países rechazaron en los últimos días las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien afirmó que el espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores debía considerarse completamente cerrado.

Los pronunciamientos calificaron esa medida como ilegal, autoritaria y una amenaza sin precedentes para la seguridad aérea internacional.

El 29 de noviembre, Trump escribió en redes sociales: “A todas las aerolíneas, pilotos, narcotraficantes y traficantes de personas: por favor, consideren el cierre total del espacio aéreo sobre Venezuela y sus alrededores”. Su declaración generó fuertes críticas desde Venezuela y de varios gobiernos y organismos internacionales.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó el domingo en redes sociales que la medida anunciada por EE.UU. UU. es “completamente ilegal” e instó a la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) a convocar una reunión para evaluar el caso.

“Ninguna compañía aérea debe aceptar órdenes ilegales sobre el espacio aéreo de ningún país”, aseguró Petro en X, al solicitar al presidente estadounidense, Donald Trump, “retornar al respeto del orden jurídico internacional”.

Petro llamó a los países de América Latina a exigir respeto por la soberanía de la región ya reiniciar los vuelos de forma normal.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia también expresó preocupación por los recientes avisos aeronáuticos emitidos por Estados Unidos sobre el espacio aéreo venezolano, al recordar que América Latina y el Caribe es una zona de paz.

Cualquier acción unilateral que implique riesgos militares o afecte la seguridad aérea puede generar tensiones innecesarias y perjudicar la estabilidad regional, señaló la Cancillería colombiana.

Cuba también denunció recientemente las declaraciones del presidente Trump sobre el cierre del espacio aéreo de Venezuela. En una publicación en su cuenta de X, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, criticó que se trata de “un acto agresivo” y llamó a la comunidad internacional y los pueblos del mundo a condenar lo que calificó como “el preludio de un ataque ilegítimo”.

Esta medida constituye “una gravísima amenaza al Derecho Internacional” y puede interpretarse como “un incremento de la escalada de la agresión militar y la guerra psicológica contra el pueblo y gobierno venezolanos”, subrayó Rodríguez.

Por su parte, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Ismail Baghaei, dijo el domingo que la declaración estadounidense constituye un “acto autoritario” y una “violación flagrante” de los principios básicos del derecho internacional, incluidas las normas sobre transporte aéreo.

Advirtió que esta postura plantea “una amenaza sin precedentes” para la seguridad aérea y podría tener graves repercusiones para la paz y la seguridad internacionales.

En República Dominicana, cerca de 30 partidos políticos y grupos sociales, entre ellos el Frente Amplio, el Movimiento de Izquierda Unida, el Partido Patria Para Todos y el Movimiento Popular Dominicano, entre otros, emitieron el domingo una declaración conjunta rechazando la medida unilateral de Estados Unidos y condenando las persistentes interferencias electromagnéticas en el Caribe.

La declaración sostiene que estas acciones violan el derecho internacional y la Carta de la ONU, representan una amenaza para la paz regional y mundial y ponen en riesgo la seguridad de la aviación y de los habitantes del Caribe.

Las organizaciones firmantes denunciaron que se trata de una medida intencionada de desestabilización contra un país que ejerce su derecho legítimo a la autodeterminación, y demandaron la actuación inmediata de la Organización de las Naciones Unidas.

Mientras, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) denunció recientemente que esas declaraciones de Trump constituyen una “amenaza colonialista” contra la soberanía del espacio aéreo de Venezuela y representan un acto de hostilidad incompatible con el derecho internacional.

El bloque regional afirmó que el anuncio estadounidense configura una “agresión política” que refuerza una “conducta imperial” frente a los pueblos latinoamericanos.

Venezuela también respondió con firmeza a la declaración de EE.UU. UU. sobre el cierre de su espacio aéreo y la calificó como una “amenaza colonialista” y un ataque directo a la soberanía nacional.

Caracas exigió “respeto incondicional” para su espacio aéreo e instó a la comunidad internacional a rechazar cualquier intento de presión o intimidación sobre Venezuela.

Esta nueva escalada de tensiones llega en medio del importante aumento de la presencia militar estadounidense en el Caribe, donde Washington ha desplegado los portaaviones más grandes del mundo y varios buques de guerra como parte de lo que describe como una operación ampliada contra el narcotráfico.

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha negado cualquier implicación con el narcotráfico y ha acusado a Estados Unidos de “inventar” un pretexto para forzar un cambio de régimen en el país sudamericano.