BRASILIA, 5 dic (Xinhua) — El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, solicitó este jueves al Consejo de Desarrollo Económico y Social Sostenible (CDESS), un órgano de asesoramiento de la presidencia integrado por representantes de la sociedad civil, que discuta formas de hacer viable la reducción de la jornada laboral en el país.
En una reunión realizada en el Palacio de Itamaraty, sede de la cancillería brasileña, Lula da Silva defendió el fin de la jornada de 6 por 1, que contempla seis días de trabajo y uno de descanso.
El presidente lamentó el hecho de que las tecnologías estén aumentando de manera significativa la producción, sin que se traduzca en una mejora de la calidad laboral para los empleados de las empresas.
Recordó que en sus tiempos como sindicalista, una empresa tenía 40.000 trabajadores y producía 1.200 automóviles, y ahora, 12.000 trabajadores producen el doble de unidades.
“¿Por qué entonces no se redujo la jornada laboral? ¿Para qué sirvieron todos esos avances tecnológicos, entonces? ¿Qué significa reducir esa jornada, de 44 horas semanales a 40? ¿Qué perjuicio tiene eso para el mundo? Ninguno”, argumentó al recordar que diversos países ya adoptaron la reducción de la jornada laboral.
La Propuesta de Enmienda Constitucional (PEC) que pone fin a la escala de seis días de trabajo por uno de descanso está en análisis en el Congreso Nacional.
En medio de la entrega de propuestas por parte del Consejo, Lula sugirió que, en las próximas reuniones, el grupo estudie “con mucho cariño” la posibilidad de acabar con la jornada 6 por 1.
“Ya no tiene sentido, con los avances tecnológicos que hemos tenido en este país, que la producción aumente, pero los salarios caigan. Si ustedes me dan el consejo de reducir la jornada, aceleraré el fin de la jornada 6 por 1, para darle una jornada menor al pueblo brasileño”, enfatizó.
El CDESS es un órgano de asesoramiento al presidente, que elabora estudios y recomendaciones sobre políticas públicas de diversos temas. El grupo está formado por empresarios, sindicalistas, investigadores, artistas y representantes de movimientos sociales.
Sobre la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, el mandatario dijo no creer que las eventuales divergencias representen, de hecho, problemas, y reiteró que algunas disidencias forman parte del juego democrático.




