Archivos de la categoría Ciencia

Hallazgo ayudará a probar teoría de formación de planetas

París. Astrónomos detectaron un disco de gas y polvo alrededor de un planeta extrasolar, descubrimiento considerado un paso esencial para verificar las teorías actuales sobre la formación de planetas y satélites.

Esta observación comenzó en 2018 al descubrirse PDS 70b, un planeta en formación orbitando la estrella PDS 70, ubicada a 370 años luz de distancia en la constelación de Centauro.

Al año siguiente, los astrónomos detectaron allí por primera vez un disco de gas y polvo que rodeaba un segundo planeta, PDS 70c, descubierto con el Very Large Telescope (VLT) del European Southern Observatory (ESO).

Al combinar estas observaciones con las realizadas por el radiotelescopio ALMA, los científicos asumieron que el disco de materia permitiría la formación de lunas alrededor de PDS70c.

Nuevas observaciones de ALMA

Hoy, nuevas observaciones realizadas con ALMA presentan la clara detección de un disco en el que podrían formarse satélites, dice Myriam Benisty, astrónoma de la Universidad de Grenoble y autora principal de un estudio, publicado ayer en The Astrophysical Journal Letter.

Perseverance, en los preparativos finales para la recolección de la primera muestra de roca marciana

Madrid. La NASA realiza los preparativos finales para que su robot Perseverance recolecte su primera muestra de roca marciana, que futuras misiones planeadas transportarán a la Tierra.

El geólogo robótico sobre ruedas está en busca de un objetivo científicamente interesante en una parte del cráter Jezero llamada Cratered Floor Fractured Rough (suelo con cráter fracturado y rugoso).

Se espera que este importante hito de la misión comience en las próximas dos semanas. Perseverance aterrizó en Jezero el 18 de febrero, y la NASA comenzó la fase científica de la labor del robot el primero de junio, explorando una zona de 4 kilómetros cuadrados de suelo del cráter que puede contener las capas más profundas y antiguas de afloramientos rocosos en ese sitio, informó la agencia espacial estadunidense.

Perseverance tardará alrededor de 11 días en completar su primer muestreo, ya que debe recibir instrucciones desde cientos de millones de kilómetros de distancia mientras depende del mecanismo más complejo y capaz, así como el más limpio, que se haya enviado al espacio: el Sistema de Almacenamiento en Caché.

Para la secuencia de la técnica, el robot comenzará colocando todo lo necesario para el muestreo al alcance de su brazo robótico de 2 metros de largo. Luego realizará un estudio de imágenes, para que el equipo científico de la NASA pueda determinar la ubicación exacta, a fin de tomar la primera muestra y un sitio objetivo separado en la misma área para la ciencia de proximidad.

Datos valiosos

“La idea es obtener datos valiosos sobre la roca que estamos a punto de muestrear encontrando su gemelo geológico y realizando análisis detallados in situ”, señaló la colíder de la campaña científica Vivian Sun, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.

En el doble geológico, primero usamos una broca abrasiva para raspar las capas superiores de roca y polvo con la finalidad de exponer superficies frescas y no erosionadas, soplarlo con nuestra herramienta de eliminación de polvo de gas y luego acercarnos con nuestra torreta de instrumentos científicos de proximidad montados Sherloc, PIXL y Watson.

Estos tres instrumentos proporcionarán análisis minerales y químicos del objetivo erosionado. Los instrumentos SuperCam y Mastcam-Z, ambos ubicados en el mástil del Perseverance, también participarán. Mientras el primero dispara su láser a la superficie desgastada, para realizar el análisis espectral y recolectar otros datos, el segundo captará imágenes de alta resolución.

Trabajando juntos, estos cinco instrumentos permitirán un análisis sin precedente de materiales geológicos en el lugar de trabajo.

Una vez que nuestra labor previa a la extracción de muestras esté completa, limitaremos las tareas del robot a sólo un día marciano, sostuvo Sun. Esto permitirá que cargue completamente la batería para la actividad del día siguiente.

El trabajo comienza con el brazo de manipulación de muestras dentro del conjunto de almacenamiento en caché adaptativo que recupera un tubo, lo calienta y luego lo inserta en una broca de extracción de muestras. Un dispositivo llamado carrusel de brocas transporta el tubo y la broca a un taladro de percusión giratorio en el brazo robótico de Perseverance, que luego perforará el gemelogeológico intacto de la roca estudiada en el sol anterior, llenando el tubo con una muestra de núcleo aproximadamente del tamaño de un trozo de tiza.

Más maniobras

Luego, el brazo de Perseverance moverá la combinación de tubo y broca nuevamente al carrusel de bits, que la transferirá de nuevo al sistema de almacenamiento en caché adaptativo, donde se medirá el volumen de la muestra, se fotografiará, sellará herméticamente y se almacenará. La próxima vez que se vea el contenido, estará en una instalación de sala limpia en la Tierra, para su análisis, utilizando instrumentos científicos demasiado grandes para enviarlos a Marte.

“No todas las muestras que Perseverance recolecte se utilizarán en la búsqueda de vida antigua, y no esperamos que esta primera muestra proporcione una prueba definitiva de una forma u otra”, destacó el científico del proyecto Perseverance Ken Farley, de Caltech.

Si bien las rocas ubicadas en esta unidad geológica no son excelentes cápsulas del tiempo para los orgánicos, creemos que han existido desde la formación del cráter Jezero y son increíblemente valiosas para llenar los vacíos en nuestra comprensión de esta región, cosas que necesitaremos desesperadamente saber si descubrimos que alguna vez hubo vida en Marte, concluyó.

Polvo del Sahara agrava sensación de calor en El Salvador

San Salvador, 22 jul (Prensa Latina) Las autoridades meteorológicas de El Salvador achacaron hoy a una nube del polvo del Sahara el denso calor que se siente hace días en esta nación centroamericana.

El ambiente está caldeado en El Salvador pese a la llegada del ‘invierno’, como llaman aquí a la época de lluvia, con aguaceros casi a diario, sin que por ello disminuya el bochorno imperante.

El meteorólogo Roberto González precisó que las primeras nubes de arena llegaron el 8 de julio, lo cual enrarece la atmósfera y genera una bruma cada vez más recurrente.

Según González, las concentraciones de polvo rondan los 90-100 microgramos cúbicos, lo cual genera calor durante el día y las primeras horas de la noche, con una suerte de ‘pequeño efecto invernadero’.

Así, el de por sí bastante caluroso oriente salvadoreño la sensación térmica alcanza los 40 grados Celsius por la poca humedad y la contaminación local, provocada principalmente por el tráfico.

El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales ya advirtió que una nueva nube de polvo del Sahara podría llegar la primera semana de agosto.

La crisis del telescopio espacial más famoso

Lanzado al espacio en 1990, el telescopio espacial Hubble lleva ya 31 años observando el cosmos. Ha realizado más de 1,5 millones de observaciones del universo y se han publicado más de 18.000 estudios científicos con sus datos. Ha contribuido a algunos de los descubrimientos astronómicos más significativos de los últimos tiempos, como la expansión acelerada del universo, la evolución de las galaxias con el tiempo y los resultados de los primeros estudios atmosféricos de planetas de fuera de nuestro sistema solar. Aunque ahora hay bastantes telescopios espaciales, y antes de él ya hubo unos pocos y en un futuro cercano probablemente comenzarán su misión otros que hasta no hace mucho habrían sido dignos de la ciencia-ficción, el Hubble cuenta con un carisma y una fama que serán difíciles de superar. Como ejemplo, durante muchos años la comunidad científica, la prensa y el público le llamaba a menudo “el Telescopio Espacial” a secas, dada la ausencia de satélites astronómicos de su tipo que fuesen rivales a su altura.

El 13 de junio pasado, el ordenador de a bordo de este satélite astronómico sufrió los efectos de una avería y se detuvo, suspendiéndose las operaciones científicas. El sistema de emergencia puso a los instrumentos científicos en una configuración segura y el destino de la nave quedó en manos del equipo de ingenieros de la misión.

Se inició entonces una intensa labor por parte del equipo de misión en la Tierra con el propósito de investigar lo sucedido y conseguir que el Hubble volviese a funcionar. Después de probar varias posibles soluciones sin alcanzar el éxito, se decidió activar el ordenador de reserva, para relevar al que había dejado de funcionar.

El 15 de julio, los técnicos de la NASA activaron con éxito el ordenador del Telescopio Espacial Hubble y otros sistemas.

El cambio incluyó la puesta en servicio de la PCU (Power Control Unit) de reserva y de la CU/SDF (Command Unit/Science Data Formatter) de reserva en el otro lado de la unidad SI C&DH (Science Instrument and Command & Data Handling)

La PCU distribuye la energía a los componentes del SI C&DH, y la CU/SDF envía y formatea comandos y datos.

Además, a otras piezas de hardware a bordo del Hubble se las hizo pasar de las interfaces que habían usado, a otras interfaces alternativas, con las que se logró conectarlos al SI C&DH suplente. Una vez completados estos pasos, el ordenador de de reserva en esta misma unidad se encendió y se cargó con el software de vuelo y se puso en modo de operación normal.

El Hubble ahora ya ha vuelto a la normalidad y está de nuevo en servicio.

La mayoría de las observaciones perdidas durante la suspensión de las operaciones científicas se reprogramarán para fechas posteriores.

La NASA prevé que el Hubble durará muchos años más y seguirá realizando observaciones pioneras, trabajando en tándem con otros observatorios espaciales, incluido el Telescopio Espacial James Webb que será lanzado al espacio dentro de unos meses y que por su potencia escrutadora es un coloso que está llamado a hacer historia si nada lo impide. (Fuente: NCYT de Amazings)

Proponen un método de análisis rápido para encontrar huellas biológicas en Marte

Un equipo de investigación de la Universidad de Málaga en España ha validado el uso de un sistema para detectar compuestos orgánicos en las rocas del Planeta Rojo. En concreto, proponen el uso de un instrumento llamado LIBS incorporado en el robot Perseverance ampliando sus funciones. Si ahora detecta y analiza materia inorgánica en la superficie marciana, además, señalaría restos orgánicos, con lo que se identificaría la presencia de vida en algún momento de la historia marciana.

El rover robótico Perseverance se lanzó al espacio en julio de 2020 con el objetivo de recolectar y analizar muestras de la superficie de Marte utilizando un conjunto de tecnologías de análisis entre las que se incluye LIBS. En el estudio, los expertos confirman que este modelo de análisis de materiales puede ser también una buena opción para confirmar la presencia de huellas biológicas en el planeta vecino de una manera rápida y eficaz.

Además, el Perseverance analiza rocas que se encuentran hasta a 7 metros de distancia, lo que multiplica las posibilidades en la recogida de muestras que puedan estar inaccesibles. “Concretamente, el sistema consiste en la emisión de un haz de luz pulsada sobre cualquier superficie de manera que la temperatura evapora el material que contiene y queda disponible para conocer su composición atómica con gran precisión”, indica a la Fundación Descubre el investigador José Javier Laserna, de la Universidad de Málaga y coautor del estudio.

La composición química de las rocas es siempre similar. Lo que distingue a un tipo de otra es el porcentaje de los elementos que contienen, la estructura y su organización atómica. Si en algún momento de su formación o erosión se hubiera incluido en ellas algún material orgánico, habría dejado una huella. Esta biofirma es lo que los expertos pretenden rescatar eliminando la posibilidad de obtener resultados confusos por la interacción de los compuestos atmosféricos que podrían intervenir en la recogida de las muestras mediante LIBS.

Así, los expertos proponen este sistema como una opción válida en la búsqueda de restos de carbono, hidrógeno y nitrógeno en sus múltiples fórmulas en la superficie de Marte. Concretamente, para la detección de radicales como el cianógeno (CN), el carbono dímero (C2) o los aminos (NH). Si se encontrara en Marte alguna de estas moléculas significaría que existieron compuestos nitrogenados, aromáticos o aminas, moléculas orgánicas que determinarían la presencia en el pasado de alguna forma de vida.

in embargo, reconocer residuos orgánicos en materiales mediante la técnica LIBS puede verse afectado por diversas circunstancias. Por ejemplo, el dióxido de carbono (CO2) presente en la atmósfera marciana interacciona con los gases emitidos de los materiales en el momento de la toma de la muestra por LIBS, lo que puede provocar confusión en los resultados.

Aún así, los expertos han demostrado en un espacio simulado en laboratorio la validez del sistema en la identificación de biofirmas en los materiales a pesar de la complejidad de las reacciones de la formación, fragmentación y evolución.

Una de las complicaciones que puede darse en el análisis de muestras es que se obtengan moléculas de carbono, pero que estén provocadas por agentes externos, como la propia atmósfera de Marte, rica en dióxido de carbono. Sin embargo, los expertos han demostrado que el perjuicio de los gases de la superficie es solo marginal y que la toma de huellas de compuestos orgánicos es fiable en la información que ofrece LIBS.

Para confirmar esto, el estudio probó LIBS con diversos gases de fondo, concretamente con la combinación de gases que conforman la atmósfera terrestre, gas CO2 puro y la combinación de gases que conforman la atmósfera marciana, actuando sobre distintos compuestos orgánicos. En la mayoría de los casos, los componentes atmosféricos y el carbono inorgánico están dentro de los límites para obtener una señal medible.

También observaron que el carbono atmosférico puede reaccionar con nitrógeno orgánico, lo que confirma la posibilidad de identificar la presencia de un compuesto biológico que contenga nitrógeno.

Aunque LIBS no es el método analítico idóneo para la identificación de moléculas orgánicas, en este caso se propone como el primero de los pasos para descubrirlas en Marte. El terreno tan accidentado del planeta hace que el Perseverance no tenga acceso a ciertos objetivos que puedan ser de interés. Sin embargo, LIBS permite, además de la obtención de datos de manera inmediata, la toma de muestras a una distancia de hasta 7 metros.

Si LIBS detecta la presencia de material orgánico habría que seguir profundizando en la composición con otros métodos más precisos como la espectroscopía infrarroja, con la que se obtendría un mapa más detallado de la muestra, y así concluir si realmente Marte tuvo vida o no en algún momento desde su formación.

El estudio se titula “Investigation on the origin of molecular emissions in laser-induced breakdown spectroscopy under Mars-like atmospheric conditions of isotope-labeled compounds of interest in astrobiology”. Y se ha publicado en la revista académica Spectrochimica Acta Part B: Atomic Spectroscopy. (Fuente: Fundación Descubre)

Resuelven el misterio de los Rayos X de Júpiter

A lo largo de la historia, se han detectado auroras en siete planetas de nuestro sistema solar. Algunos de estos espectáculos de luz son visibles para el ojo humano; otros emiten en longitudes de onda de luz que solo podemos ver con telescopios especializados. Las longitudes de onda más cortas requieren más energía para producirse. Júpiter tiene las auroras más potentes del sistema solar y es el único de los cuatro planetas gigantes con una aurora de la que se sabe que emite rayos X.

Los astrónomos han estado fascinados con la emisión de rayos X de las auroras de Júpiter desde su descubrimiento hace cuatro décadas porque se desconocía cómo se genera la energía necesaria para producirla. Se sabía que estas sorprendentes auroras boreales y meridionales jovianas son provocadas por iones que chocan con la atmósfera de Júpiter. Pero hasta ahora los científicos no tenían ni idea de cómo los iones responsables del espectáculo de luz de rayos X son capaces de llegar a la atmósfera en primer lugar.

En la Tierra, las auroras suelen ser visibles solo en un cinturón que rodea los polos magnéticos, entre 65 y 80 grados de latitud. Más allá de los 80 grados, la emisión auroral desaparece porque las líneas de campo magnético abandonan la Tierra y se conectan con el campo magnético del viento solar, que es el flujo constante de partículas cargadas eléctricamente que expulsa el Sol. Son las llamadas líneas de campo abierto.

Sin embargo, las auroras ricas en rayos X de Júpiter son diferentes. Poseen rasgos delatadores de la acción de un campo magnético cerrado, en el que la línea de campo magnético sale del planeta por un polo y vuelve a conectarse con el planeta por el otro.

El equipo de William Dunn, del University College de Londres en el Reino Unido, combinó mediciones tomadas por la sonda espacial Juno de la NASA, en órbita alrededor de Júpiter, con datos recolectados por el satélite astronómico XMM-Newton de la ESA (Agencia Espacial Europea), en órbita terrestre, para resolver este misterio de 40 años sobre los orígenes de las inusuales auroras con rayos X de Júpiter. Y lo ha conseguido. Por primera vez, se ha logrado vislumbrar todo el mecanismo en funcionamiento: Los átomos cargados eléctricamente, o iones, responsables de los rayos X están “surfeando” en las ondas electromagnéticas del campo magnético de Júpiter y ello los lleva hacia la atmósfera del gigante gaseoso.

El fenómeno, descrito como “ondas electromagnéticas de ciclotrón de iones (EMIC por sus siglas en inglés), permite que las partículas sean dirigidas a lo largo de las líneas de campo. Guiados por el campo, los iones “surfean” encima de esas ondas a través de millones de kilómetros de espacio, para acabar chocando con la atmósfera del planeta y desencadenando las auroras ricas en rayos X. (Fuente: NCYT de Amazings)