Portafolios 3

PORTAFOLIOS/ Crédito como espejo

Por Julio César Briseño Cruz, CEO de Cénit, banca de desarrollo y consultoría financiera

En muchas narrativas latinoamericanas, el crédito es visto como amenaza, como deuda impagable, como pecado financiero. Pero en voz de un director bancario, el crédito se revela como espejo: no es que no lo merezcas, es que aún no te has estructurado para merecerlo. El problema no es el préstamo, sino la falta de preparación para recibirlo.

¿Quieres solicitar un crédito? Eso está prohibido si:

  1. No tiene un modelo de negocio escalable. El crédito no es para sostener operaciones frágiles, sino para acelerar estructuras sólidas. Si su empresa aún depende de intuiciones más que de métricas, no está listo.
  2. E flujo de efectivo no soporta el servicio de deuda. El crédito exige pagos puntuales. Si su liquidez es volátil, el financiamiento se convierte en una trampa.
  3. Confunde capital con subsidio. El crédito no es un premio ni una beca. Es una herramienta de apalancamiento que exige retorno, disciplina y visión.
  4. No tiene claridad sobre su posicionamiento de marca. Si aún no sabe qué problema resuelves ni para quién, el crédito solo amplificará su confusión.
  5. Su estructura legal y fiscal es débil o inexistente. Sin formalidad jurídica, el crédito no puede operar. La informalidad es incompatible con el riesgo bancario.
  1. No cuenta con indicadores clave de desempeño (KPIs). Si no puede medir su impacto, su eficiencia o rentabilidad, no puedes justificar una inversión externa.
  2. su narrativa empresarial está basada en la urgencia, no en la estrategia. El crédito no es un salvavidas emocional. Es una apuesta técnica sobre su capacidad de crecer.
  3. Teme la visibilidad que implica el financiamiento. Solicitar crédito es declarar públicamente que su proyecto merece ser auditado, escalado y replicado. Si eso le incomoda, aún no está listo.
  4. No ha construido confianza institucional. El crédito se otorga a quienes demuestran consistencia, cumplimiento y visión. No basta con tener una buena idea.
  5. Su cultura empresarial aún opera desde el no merecimiento. Si ves el préstamo como riesgo y no como herramienta, si lo asocias con deuda y no con expansión, entonces el crédito no es para usted. Aún.

 

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