BRASILIA, 13 jun (Xinhua) — El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, abrió hoy viernes la Cumbre Brasil-Caribe en el Palacio de Itamaraty (sede de la cancillería), en la ciudad de Brasilia, en la que participan Jefes de Estado y de Gobierno, así como cancilleres, altas autoridades de 16 países y representantes de organizaciones regionales. Lula da Silva sostuvo en su discurso de apertura que fueron identificadas cinco áreas, en las que la colaboración entre Brasil y el Caribe tienen el potencial de generar resultados concretos: el cambio climático, la transición energética, la seguridad alimentaria, la conectividad (aérea, terrestre y marítima) y la situación de Haití. Sobre el cambio climático, expuso que avanzar en la adaptación y en la compensación por daños es una cuestión de existencia para los pequeños Estados insulares en desarrollo. Dijo que se necesita llegar unidos a la 30ª Conferencia de las Partes (COP30) de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se llevará a cabo en la ciudad brasileña de Belém en noviembre de este año. “La nueva meta de Brasil, que prevé una reducción de emisiones entre el 59 y el 67 por ciento fue producto de un intenso ejercicio interno”, señaló el mandatario. Respecto a la transición energética refirió que una mudanza justa significa no penalizar una vez más a los países en desarrollo. “Disponer de diferentes estrategias y de diferentes fuentes de energía forma parte de esta estrategia. La opción brasileña por los biocombustibles permitió que la caña de azúcar pasara de ser un símbolo del pasado colonial a un pasaporte para un futuro sostenible. El Caribe, que compartió ese pasado con Brasil, también puede ser parte de este futuro”, dijo. “La región tiene un intenso potencial para la producción de energía eólica y solar”, complementó el presidente brasileño. Sobre la seguridad alimentaria, Lula da Silva recordó que según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el hambre aún acecha a más de 12 millones de caribeños. En ese sentido, el mandatario dijo que “este desafío solo se superará conciliando buenas políticas públicas con financiación adecuada. Ese es el propósito de la Alianza Global Contra el Hambre y la Pobreza, que hoy cuenta con Santa Lucía, Cuba y el Banco de Desarrollo del Caribe. Ahora, siete países de la región integran la iniciativa. Espero que los demás se unan a esta alianza pronto”. Lula da Silva aseguró que la conectividad aérea, terrestre y marítima es fundamental para la integración regional, por lo que serán impulsadas iniciativas para ampliar las relaciones. “Este año organizaremos, con el apoyo de CAF (Corporación Andina de Fomento), el foro ‘Brasil abre sus puertas al Caribe’, que discutirá cómo ampliar la conectividad entre nosotros y promover nuevos negocios”, comentó. Con relación a Haití, Lula da Silva recordó que Brasil estuvo al frente del componente militar de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en esa nación caribeña durante 14 años. “Es necesario que la comunidad internacional se comprometa en favor de un plan nacional de desarrollo del país (…) estabilizar la situación de seguridad es fundamental para que se pueda dar el siguiente paso en el proceso político y realizar elecciones presidenciales”, dijo. Sostuvo que la prioridad del encuentro de este viernes es discutir las cuestiones de seguridad, alimentación y desarrollo, al enfatizar que “debemos seguir condenando con vehemencia el embargo contra Cuba y su descabellada inclusión en la lista de países que apoyan el terrorismo”. “El mundo carece de voces que hablen en nombre de lo correcto, lo justo y lo sensato. Brasil siempre ha visto en el Caribe esta vocación”, subrayó. Fin