Por José Aguiar y Zhu Yubo LIMA, 25 jun (Xinhua) — El megapuerto de Chancay ubicado a 80 kilómetros al norte de Lima, capital de Perú, significa el punto de partida de una nueva etapa para Sudamérica, al simbolizar el “reinicio” del antiguo Camino Inca, afirmó el historiador peruano, Luis Vásquez Medina. “Chancay es el reinicio del Camino Inca en Sudamérica”, expresó Vásquez en conversación con Xinhua, al considerar que esta obra de infraestructura, impulsada con el apoyo de China, tiene el gran potencial de reconectar a los pueblos de la región bajo un paradigma económico y cultural basado en el bien común. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el histórico “Qhapaq Ñan” (sistema vial andino) significó una red de más de 30.000 kilómetros de caminos, construida por los incas a lo largo de varios siglos. Vásquez mencionó que esta extensa red de caminos unía a los actuales territorios de Colombia, Chile y Argentina, al articular la región a través de ejes que unían al Pacífico por los Andes con rutas transversales que conectaban puntos del continente. El también presidente de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Cultura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos señaló que la función del Camino Inca era política, económica y social, ya que conectaba a pueblos, distribuía alimentos y garantizaba cohesión al imperio. El entrevistado mencionó que a lo largo de la red existían puentes, depósitos de alimentos llamados tambos y rutas transversales con diversas conexiones que incluso permitían el abastecimiento en tiempos de escasez. Consideró que ahora el gran puerto de Chancay no es uno más en la región, sino que el proyecto desarrollado por Cosco Shipping Ports y que entró en funcionamiento en noviembre de 2024, abre una puerta de integración a la cuenca del Pacífico que concentra el 70 por ciento de la economía global. Observó que a partir de esta terminal portuaria, Sudamérica podrá articularse en torno a un nuevo tejido de infraestructura interna con trenes, zonas de producción avanzada y redes de conexión regional. Perú será la salida natural de esta red a Asia, como lo fue en su momento la región peruana de Cusco (centro-sur), donde nace el Camino Inca, según la explicación del entrevistado. El historiador agregó que así como el Camino Inca permitió en su momento integrar en paz a distintas etnias mediante una propuesta de beneficio común, hoy en día Chancay puede proyectarse como un nodo de articulación regional en torno a un modelo de desarrollo compartido. En días pasados, la presidenta de Perú, Dina Boluarte, resaltó que el proyecto representa en la actualidad el 1,8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) peruano, unos 4.500 millones de dólares, y ha generado cerca de 7.000 empleos directos e indirectos. Durante una visita a la nueva terminal portuaria, Boluarte destacó que su uso reduce de 35 a 25 días el tiempo de transporte hacia Asia, además de disminuir costos logísticos y aumentar la competitividad de los productos peruanos. De acuerdo con autoridades peruanas, Chancay ha movilizado a la fecha más de 80.000 contenedores, 400.000 toneladas de carga a granel como maíz y 3.000 vehículos, consolidándose como una nueva puerta de entrada y salida para el comercio de Perú. Vásquez aplaudió todos estos avances y sostuvo que el impacto trasciende lo económico, al apuntar hacia una transformación en el modelo de desarrollo. Para el también sociólogo, el Camino Inca no es solo una obra de ingeniería, sino la expresión de un paradigma de integración basado en el bienestar colectivo, el cual se perdió durante la conquista, pero ahora con Chancay “se vuelve a encontrar el rumbo”. El entrevistado sostuvo que a diferencia de infraestructuras que se heredaron del período colonial español, centradas en la extracción de los recursos naturales, el puerto de Chancay inaugura una nueva lógica que es “conectar” desde adentro para integrar y promover el desarrollo común, así como generar valor para las naciones sudamericanas con salida al Pacífico. “En esta nueva era, con el nuevo Camino Inca se abre la etapa dos del Camino Inca”, dijo Vásquez, al abundar que el principio se basa en el paradigma de que todos ganen, es decir, “ganar-ganar”, incluidas las culturas originales. Vásquez consideró que así como los antiguos peruanos resolvieron desequilibrios alimentarios mediante centros de acopio distribuidos a lo largo del Camino Inca, así también el puerto de Chancay puede ahora convertirse en un punto logístico clave para equilibrar el comercio, reducir tiempos y fortalecer una red regional de producción. El historiador peruano subrayó que el desafío actual es construir sobre esa base histórica, al impulsar conocimiento, ciencia y tecnología con el fin de consolidar ciudades inclusivas, en armonía con las culturas originarias y valores de hermandad entre los pueblos. Fin
