Presidente de COP30 destaca papel de China en abaratamiento de tecnologías para transición energética
BRASILIA, 1 ago (Xinhua) — El presidente de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (COP30), André Correa do Lago, destacó hoy jueves el papel de China en el abaratamiento de las tecnologías para la transición energética, y subrayó la importancia de que todos los países presenten compromisos ambiciosos para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados Celsius. En un encuentro virtual organizado por la Asociación de Corresponsales Extranjeros, Correa do Lago afirmó que la COP30, a realizarse en la ciudad amazónica de Belém de Pará en noviembre, es “esencialmente una COP sobre un nuevo modelo económico, un modelo económico que hemos llamado de una transición”. En este sentido, señaló que “todos los países, al entrar en esta transición, se dan cuenta de que algunos sectores realmente tienen que hacer cambios muy significativos en su forma de gestionar la economía”. Según el presidente de la COP30, la tecnología evolucionó mucho justamente a causa de las conferencias, y la escala ha permitido una disminución “extraordinaria” del costo de las nuevas tecnologías, especialmente gracias a China. “El ejemplo más claro es, naturalmente, el de la energía solar, el de la energía eólica y el de los coches eléctricos, en los que China tomó un liderazgo extraordinario y logró convertir varios de estos productos en productos que ya no necesitan ningún tipo de subsidio, porque al principio las soluciones para el clima exigían muchos subsidios”, señaló. “De manera general, eran solo los países más ricos los que podían hacerlo. China redujo tanto los precios que ahora estos productos y estas alternativas son viables. Entonces Brasil, como todos los países del mundo, es decir, desde Alemania hasta el país más pobre, lo que está sucediendo es que todos los países tienen sectores que tienen que encontrar soluciones alternativas que se están volviendo más lógicas desde el punto de vista económico”, apuntó. Correa do Lago recordó que la COP30 forma parte de un largo proceso que comenzó en la Conferencia de Río en 1992 y que evolucionó con la creación de instrumentos como el Protocolo de Kioto y el Acuerdo de París, hace 10 años. Este último, dijo, fue crucial para que Estados Unidos volviera a las discusiones sobre el cambio climático. Según el funcionario, el Acuerdo de París ha permitido una reducción del aumento de emisiones esperadas. “Había un gran temor, en el momento en que se negociaba el Acuerdo de París, de que la temperatura pudiera subir hasta 4 grados o más. Y ahora, con diez años del Acuerdo de París, todo parece indicar que nos acercamos a un aumento menor, de 2,7 grados”, señaló. Sin embargo, advirtió que la ciencia, cada vez más precisa, indica que “superar 1,5 grados es extraordinariamente peligroso para la vida humana en el planeta”. Por ello, la COP30 será el escenario para la publicación de los nuevos compromisos de los países hasta 2035, conocidos como NDC. “Entonces, si no debemos superar 1,5 grados, debemos hacer esfuerzos adicionales. La COP30 se llevará a cabo precisamente en el momento en que se publiquen los nuevos compromisos autodeterminados de los países, que tienen el nombre en inglés NDC y que son los compromisos de los países hasta 2035”, explicó. El funcionario mencionó que Brasil ya presentó su meta de Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDC) en la COP29 de Bakú, y que en septiembre se espera que la mayoría de los países lo hagan. En la COP30, se tendrán las cifras para saber “cuán cerca o cuán lejos estamos de los 1,5 grados, que es lo que la ciencia nos dice que es el límite”.