Entrevista: Experta brasileña destaca convergencia entre visión ecológica de China y objetivos de Convención sobre Diversidad Biológica
RÍO DE JANEIRO, 15 ago (Xinhua) — El concepto de convivencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza, propuesto por el presidente chino, Xi Jinping, refleja de forma integral los objetivos globales para la preservación de la vida en el planeta y se alinea con la Convención sobre Diversidad Biológica (CDB), afirmó la profesora brasileña Rubia Cristina Wegner. Doctora en economía de la industria y profesora del Departamento de Ciencias Económicas de la Universidad Federal Rural de Río de Janeiro, Wegner explicó en una entrevista con Xinhua que los objetivos fundamentales de la CDB están presentes en las políticas chinas de desarrollo ecológico, tanto en el ámbito rural como en el urbano. La CDB es un tratado internacional de las Naciones Unidas, cuyo propósito es proteger la diversidad biológica, el uso sostenible de sus componentes y la distribución justa y equitativa de los beneficios derivados de la utilización de los recursos genéticos. Las declaraciones de la especialista se hacen en el marco del 20º aniversario del concepto chino “las aguas cristalinas y las montañas verdes son tan valiosas como cordilleras de oro y plata”; el cual subraya que el medio ambiente y los recursos naturales son tan significativos, o más, que las riquezas materiales derivadas del oro y la plata. “La apuesta china es por un modelo que no vea la economía y la ecología como opuestos, sino como partes de una misma ecuación de desarrollo sostenible”, señaló Wegner. Entre los avances concretos de China en materia ecológica, la académica mencionó que el país creó el primer grupo de parques nacionales, que abarcan una superficie protegida de 230.000 kilómetros cuadrados. Recordó que la cobertura forestal china pasó de alrededor de 10 por ciento en 1980 a más del 20 por ciento en 2020. Y en 2023 el Gobierno destinó más de 14.000 millones de yuanes (unos 1.930 millones de dólares) en compensaciones ecológicas a comunidades y gobiernos locales. Según la experta, tanto China como Brasil defienden una gobernanza climática global basada en el multilateralismo y la cooperación Sur-Sur. Citó el papel del Banco de Desarrollo del BRICS en el financiamiento climático. Según datos de la institución, ya se han destinado cerca de 40.000 millones de dólares a proyectos de energía limpia, eficiencia energética y protección ambiental en países en desarrollo. En el caso brasileño, Wegner destacó que en 2024 el país logró reducir la deforestación de la Amazonía respecto al año anterior. Advirtió que persisten desafíos como los incendios forestales, la contaminación del suelo por agrotóxicos y el avance de la frontera agrícola sobre áreas sensibles. “Son problemas que exigen políticas integradas y continuidad, algo que China ha sabido articular en sus planes quinquenales”, afirmó. La experta identificó áreas prioritarias de cooperación entre China y Brasil en tecnologías verdes para la agricultura, restauración ecológica, protección de especies amenazadas y promoción de energías renovables. Dijo que en 2025 ambos países firmaron un acuerdo para restaurar vegetación nativa y sumideros de carbono. “Ese tipo de colaboración no solo beneficia al medio ambiente, sino que genera empleo, fortalece comunidades y aporta soluciones concretas frente al cambio climático”. “La transición ecológica requiere no solo inversiones e infraestructura, sino también la participación activa de la sociedad. En esto, tanto China como Brasil tienen mucho que aprender uno del otro”, sostuvo. Para la experta, China aporta experiencia en planificación estratégica, financiamiento e innovación tecnológica; mientras que Brasil ofrece su riqueza natural, diversidad biológica y conocimiento ancestral de comunidades amazónicas, quilombolas e indígenas. “Juntos pueden liderar una transformación ecológica global que combine ciencia, tecnología y saberes tradicionales”, concluyó.