La Xinjiang de hoy abre sus puertas con hospitalidad y espíritu inclusivo para recibir a amigos de todo el mundo.

Entre ellos está Luis Bey Sánchez, un entrenador cubano de boxeo, quien aporta su experiencia para que el equipo de Xinjiang llegue más alto. Gracias a su sencillez y cercanía, además, ha tejido con los atletas locales lazos tan fuertes como los de una familia.

Fuera del entrenamiento, su vida en Xinjiang también tiene un encanto especial. A bordo de la línea 2 de autobús recorre los barrios históricos de Urumqi, y al caminar por el Gran Bazar se sumerge en la riqueza cultural que distingue a Xinjiang.

A lo largo de siete décadas, Xinjiang ha crecido en diversidad y unidad. La historia de Sánchez es un testimonio cercano y auténtico de la energía y vitalidad en esta tierra.