Especial: Los búfalos de la isla de Marajó, símbolo de vida comunitaria y amor a la naturaleza en la Amazonía brasileña
ISLA DE MARAJÓ, Brasil, 2 oct (Xinhua) — La Isla de Marajó, en el estado de Pará, norte de Brasil, es famosa por el vínculo único entre sus habitantes y la naturaleza, simbolizado en el numeroso rebaño de búfalos, que no solo impulsan la economía, sino que además son parte esencial de la vida cotidiana de los isleños. La región se encuentra en el extremo norte de Pará, bañada por la desembocadura del río Amazonas y el océano Atlántico. La isla posee uno de los mayores rebaños de búfalos del país, con 600.000 cabezas de ganado, lo que representa cerca del 40 por ciento de todo el rebaño nacional. Domesticados y adaptados al terreno inundable de la isla, los búfalos son insustituibles. Se utilizan en la producción de carne, leche, queso y dulces; su cuero y cuernos son aprovechados por artesanos locales, e incluso forman parte de la seguridad pública: la Policía montada de Soure, considerada la capital de la isla, realiza patrullajes con estos robustos animales. Cada animal suele pesar una media de 590 kilogramos, y puede moverse en terrenos y zonas inundadas gracias a la fuerza y tracción de sus patas. Como Marajó está atravesada por ríos, cursos de agua y zonas anegadas de difícil acceso, el búfalo es muchas veces un medio de transporte ideal para este terreno. Carlos Augusto Gouvea, conocido como Tonga, un viejo vaquero propietario desde hace casi medio siglo de la hacienda Mironga, conversó con Xinhua sobre su experiencia con los búfalos, a los que considera muy sensibles e inteligentes. Catalogada como un establecimiento modelo que trabaja con turismo de experiencia y sostenibilidad, la hacienda Mironga está dedicada a la cría de búfalos y a la producción de queso de Marajó, a partir de la leche extraída del animal. “Aquí en Soure se puede ver a la Policía montada en búfalo, la recogida selectiva de residuos en búfalo, e incluso participando en el programa de alimentación escolar. Es muy amigable”, destacó. Con el tiempo, estos animales ganaron valor y se abandonaron prácticas como los safaris de caza promovidos décadas atrás desde Estados Unidos. Hoy, además de su rol económico, se utilizan en terapias con personas con discapacidad o autismo, gracias a su temperamento tranquilo. Además, la leche de búfala es rica en vitaminas y es considerada por los especialistas como un alimento excelente para proteger el organismo contra enfermedades cardiovasculares. A partir de esa leche se producen dulces, cuajada y quesos, alimentos muy presentes en el consumo de los habitantes del archipiélago marajoara. Fin