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Explicación de Xinhua: Imaginando a Taiwan después de la reunificación

BEIJING, 29 oct (Xinhua) — Tras la reunificación de ambas orillas del estrecho de Taiwan, los ciudadanos en Taiwan disfrutarán de un mayor bienestar social, mayores perspectivas de desarrollo, mayor seguridad y dignidad, y una presencia más sólida en el mundo, según un artículo publicado el lunes. El texto en cuestión hace parte de una serie de tres artículos publicados bajo el sello “Zhongtaiwen”, y cuya publicación llevó a cabo la Agencia de Noticias Xinhua del domingo al martes. “Nuestro objetivo no es solo la reunificación institucional, sino también la unidad entre las personas de ambos lados del Estrecho”, señala el artículo. En el marco de una reunificación pacífica, cuando se garanticen la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de la nación, se respetarán el sistema social y el estilo de vida existentes en Taiwan, y la isla, administrada por patriotas, gozará de un alto grado de autonomía, añade. La propiedad personal, las creencias religiosas y los derechos e intereses legales de la población local estarán plenamente protegidos, al tiempo que se valorarán sus vínculos con las tradiciones y el patrimonio de la isla, añade. PERSPECTIVA ECONÓMICA Tras la reunificación, Taiwan podrá superar los obstáculos económicos y compartir mejor los beneficios del desarrollo nacional. Una cooperación más profunda a través del Estrecho ayudará a su economía a lograr un crecimiento sostenible y más rápido, abordando problemas estructurales de vieja data, según el escrito. La agricultura, el turismo y otras industrias tradicionales de la isla cobrarán un nuevo impulso gracias al acceso a visitantes de y mercados de consumo en la parte continental. Un mercado común permitirá que los productos taiwaneses ingresen a la parte continental sin aranceles, mientras las empresas taiwanesas podrán contar con un capital sólido, un amplio mercado y cadenas de suministro industrial completas en la parte continental, así como con las oportunidades que ofrece la cooperación de la Franja y la Ruta para alcanzar un mayor desarrollo. Asimismo, los sectores de alta tecnología de la isla, como los circuitos integrados, la maquinaria de precisión y la biotecnología, se beneficiarán de una colaboración industrial más estrecha con sus pares de la parte continental y expandirán sus negocios a nivel mundial. BIENESTAR DE LA POBLACIÓN “Estamos en capacidad de brindar una vida mejor a 1.400 millones de personas y, sin duda, también somos capaces de crear un futuro mejor junto con la gente en Taiwan”, afirma el artículo. Tras la reunificación, las finanzas públicas de Taiwan podrán destinarse íntegramente a mejorar la vida de la población y la isla ya no sufrirá las luchas políticas internas provocadas por los secesionistas que defienden la “independencia de Taiwan”. En lugar de gastar a manos llenas en el mal llamado presupuesto de defensa y en el tráfico de armas, como han hecho las autoridades del Partido Progresista Democrático (PPD), el gasto público en sanidad, educación y apoyo a los adultos mayores aumentará significativamente. Se modernizarán las infraestructuras en Taiwan, Penghu, Kinmen y Matsu, incluyendo carreteras, ferrocarriles y aeropuertos. Los recursos en educación, sanidad y seguridad social podrán compartirse a través del Estrecho tras la reunificación, abordando así los problemas de subsistencia que han persistido durante largo tiempo. Las mercancías fluirán libremente a través del Estrecho, lo que reducirá los precios al consumidor, mientras el empleo y las oportunidades de negocios serán aún más accesibles para los residentes locales. PRESENCIA INTERNACIONAL Aunque ambas orillas del Estrecho han permanecido en un estado de prolongada confrontación política durante décadas, sus habitantes comparten la misma herencia cultural, ascendencia e identidad, según el texto. Después de la reunificación, los residentes de Taiwan podrán participar más ampliamente en los asuntos internacionales y sentir la confianza y el orgullo que conlleva la ciudadanía de un país importante. Con la aprobación del Gobierno central, los países interesados podrán establecer consulados y otras instituciones oficiales o semioficiales en Taiwan, y las organizaciones internacionales tendrán oficinas allí. Además, los acuerdos internacionales podrán aplicarse en Taiwan, y en su territorio podrán celebrarse eventos internacionales. PAZ Y SEGURIDAD Cabe destacar que las relaciones entre ambos lados del Estrecho disfrutaron de una etapa de desarrollo pacífico entre 2008 y 2016, cuando ambas partes acordaron una base política común: Defender el principio de “una sola China” y oponerse a la “independencia de Taiwan”. La mejora de las relaciones trajo beneficios tangibles a la población de ambas partes, especialmente a la de Taiwan. Sin embargo, las autoridades del PPD, que se han obstinado tercamente en una agenda secesionista, han realizado reiteradas provocaciones con el apoyo de fuerzas externas, llevando a Taiwan a una situación peligrosa. Tras la reunificación, los riesgos de guerra, que son causados por los secesionistas que propugnan por la “independencia de Taiwan”, desaparecerán, y se evitará la interferencia externa, lo que permitirá garantizar la paz y la estabilidad en la región. Los habitantes del otro lado del Estrecho vivirán y trabajarán en un entorno tranquilo y compartirán un futuro próspero. LA HISTORIA COMO GUÍA Otro artículo, publicado el domingo, analizó los orígenes históricos de la cuestión de Taiwan, un remanente de la guerra civil china de la década de 1940 y un asunto interno de un país y una nación. Surgió cuando China se encontraba débil y sumida en crisis, y se resolverá una vez que el país se fortalezca y se revitalice. Documentos legales, como la Declaración de El Cairo de 1943, la Proclamación de Potsdam de 1945 y el Instrumento de Rendición firmado por Japón en septiembre de 1945, afirmaron la soberanía de China sobre Taiwan, señala el escrito. El 25 de octubre de 1945, el Gobierno chino anunció la reanudación del ejercicio de la soberanía sobre Taiwan. La ceremonia de aceptación de la rendición de Japón en la provincia de Taiwan, escenario de guerra de las potencias aliadas, se celebró en Taipei. A partir de ese momento, China recuperó Taiwan “de iure” y “de facto”. En 1946, estalló una guerra civil en China. Tras su derrota en 1949, los remanentes del Kuomintang (KMT) Chino huyeron a Taiwan y se atrincheraron allí. Al otro lado del Estrecho, el 1 de octubre de 1949, se fundó la República Popular China. Durante la Guerra de Resistencia contra la Agresión Estadounidense y en Ayuda a Corea (1950-1953), también conocida como la Guerra de Corea, Estados Unidos envió tropas al Estrecho de Taiwan para obstruir la liberación de la isla y apoyar al KMT, creando así la cuestión de Taiwan, que sigue sin resolverse hasta la fecha. “A pesar de la prolongada confrontación política a través del Estrecho, la soberanía y el territorio de China nunca se han dividido, y el estatus de Taiwan como parte de China nunca ha cambiado”, señala el artículo. En 1971, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Resolución 2758 por abrumadora mayoría, aclarando que el Gobierno de la República Popular China es el único Gobierno legal que representa a toda China. Esta resolución, desde la perspectiva del derecho internacional, eliminó por completo las posibilidades de “dos Chinas” o de la “independencia de Taiwan”. COMPROMISO CON LA REUNIFICACIÓN En el tercer artículo, publicado el martes, se enfatizó que resolver la cuestión de Taiwan y lograr la reunificación completa de China es parte esencial de la revitalización de la nación china. “La reunificación no es una cuestión de elección, sino una inevitabilidad”, señala. Los avances en las relaciones entre ambos lados del Estrecho durante más de 70 años, especialmente las políticas y medidas de amplio alcance implementadas por la parte continental para beneficiar a los compatriotas de la isla, han coincidido con las aspiraciones de la mayoría de los habitantes de Taiwan, moldeando la opinión pública predominante que favorece la paz, el desarrollo, los intercambios y la cooperación, agrega. El texto hace notar que en el proceso de lograr la reunificación completa de la nación china, los separatistas partidarios de la “independencia de Taiwan” siguen siendo una pequeña contracorriente, y añade que estos separatistas sirven voluntariamente como herramientas de Estados Unidos y otros países occidentales en su afán por contener a China, perjudicando así los intereses comunes de las personas de ambos lados del Estrecho. “El factor clave que determina el rumbo de las relaciones entre ambos lados del Estrecho es el desarrollo y el progreso de la parte continental”, declara el artículo. A medida que las fortalezas del desarrollo de la parte continental se sigan traduciendo en capacidad e impulso concretos para la reunificación nacional, están destinadas a impulsar aún más los intercambios y la integración entre ambos lados del Estrecho. Esta creciente conectividad profundizará los intereses compartidos y el vínculo emocional entre las personas de ambos lados del Estrecho, fortalecerá un sentido común de identidad nacional y cultural y, en última instancia, guiará las relaciones entre ambos lados del Estrecho hacia el objetivo de la reunificación. “Dado el cambiante equilibrio de fuerzas entre ambos lados del Estrecho y la dinámica global, la situación solo se volverá cada vez más favorable para la justa causa de apoyar la reunificación”, afirma el escrito. “Ambas partes pueden sentarse y negociar una solución razonable de ‘un país con dos sistemas’ para Taiwan”, propone el artículo. Fin

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