TOKIO, 19 nov (Xinhua) — Las recientes declaraciones erróneas de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, sobre Taiwán son “extremadamente perjudiciales”, ya que no aportan ninguna ganancia en materia de seguridad al país ni a su pueblo, y suponen riesgos significativos para los lazos Japón-China, advirtió el investigador especial de la Universidad de Okinawa Yuki Izumikawa.
En una audiencia parlamentaria a principios de este mes, Takaichi citó la llamada “situación que amenaza la supervivencia”, incluida en la polémica legislación de seguridad del país, y la vinculó a la cuestión de Taiwán, sugiriendo que Tokio podría considerar esa cuestión como motivo para una intervención militar.
En diálogo con Xinhua, Izumikawa calificó tales comentarios de “extremadamente graves” cuando se hacen en la Dieta (Parlamento japonés).
“Japón y China son vecinos importantes con profundos vínculos económicos y culturales. Si las declaraciones de Takaichi dañan las relaciones bilaterales o dificultan los intercambios, sería una situación grave”, dijo el académico.
Takaichi posteriormente sostuvo que sus comentarios eran coherentes con la posición de larga data del Gobierno japonés, una afirmación que Izumikawa desestimó como “absurda”, debido a que los Ejecutivos anteriores nunca habían declarado que el estrecho de Taiwán pudiera activar el derecho de Japón a la autodefensa colectiva.
“El ex primer ministro Shinzo Abe señaló una vez que ‘una contingencia en Taiwán es una contingencia para Japón’, pero así lo dijo en un discurso en línea después de dejar el cargo, no en una sesión oficial de la Dieta”, apuntó Izumikawa.
También destacó la dolorosa historia de Taiwán bajo el dominio colonial japonés tras el desigual Tratado de Shimonoseki, lo que convierte las declaraciones japonesas sobre Taiwán en un asunto particularmente sensible para el pueblo chino.
Recordó que la declaración conjunta de 1972 entre Japón y China establece que el Gobierno japonés comprende y respeta plenamente la posición del Gobierno chino de que Taiwán es una parte inalienable del territorio chino.
Izumikawa enfatizó que la cuestión de Taiwán es un asunto interno de China. En su juicio, si Japón utiliza el pretexto de una “crisis de supervivencia” para intervenir por la fuerza, desde la perspectiva de China equivaldría a un acto de agresión.
Advirtió que cualquier conflicto militar afectaría gravemente a Japón a nivel interno, especialmente a islas como Okinawa.
“Si ocurre un conflicto, estas zonas se convertirían en campos de batalla. No se puede decir que se verían arrastradas a la guerra: sería el propio Japón quien estaría dando el paso para participar activamente en la guerra. Esto es extremadamente peligroso”, comentó.