BUENOS AIRES, 15 dic (Xinhua) — El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Santiago Bausili, anunció hoy el inicio de una nueva fase del programa monetario a partir del próximo año, que implica una parcial modificación del actual esquema cambiario y una nueva estrategia para acumular reservas internacionales.
Entre las prioridades del nuevo programa monetario se encuentra el “alcanzar la convergencia de la inflación doméstica al nivel de inflación internacional”, según expuso el presidente de la entidad monetaria en una conferencia de prensa.
De esta forma, a partir del 1 de enero de 2026, el sistema de dos bandas de flotación que actualmente rige el tipo de cambio en Argentina, con un límite inferior y uno superior, evolucionará cada mes al ritmo correspondiente al último dato de inflación mensual informado de manera oficial.
“Dado que el ritmo de deslizamiento de las bandas no se ajusta por la inflación de Estados Unidos, el techo de la banda se incrementa en términos reales a lo largo del tiempo”, reza el comunicado del BCRA leído por Bausili.
El texto oficial agrega que “las bandas de flotación cambiaria seguirán cumpliendo la función de limitar el riesgo de movimientos extremos y abruptos en el tipo de cambio”.
Bausili además informó que a partir del próximo 1 de enero, el Banco Central iniciará un programa de acumulación de reservas internacionales que será consistente “con la evolución de la demanda de dinero y la liquidez del mercado de cambios”.
En relación a la demanda de dinero, la entidad prevé un aumento de la base monetaria adicional a la proyección base, que de consistir en el 1 por ciento más del producto interno bruto (PIB) permitirá compras por 17.000 millones de dólares “sujeto a la oferta de flujos de la balanza de pagos, sin generar presiones inflacionarias”, explica el comunicado.
Respecto a la liquidez diaria del mercado de cambios, Bausili dijo que el programa de compra de reservas será compatible con esta.
“Inicialmente, el monto de ejecución diaria estará alineado con una participación del 5 por ciento del volumen diario del mercado de cambios. Esta flexibilidad operativa responde a la observación de que el volumen comercializado diariamente en el mercado de cambios presenta fluctuaciones muy significativas”, indicó.
“Adicionalmente a las operaciones en el Mercado Libre de Cambios, el BCRA podrá concretar compras en bloque que de otra manera podrían afectar el buen funcionamiento y la estabilidad del mercado”, agregó.
El presidente del Banco Central destacó que el ajuste y “calibración” de la política monetaria se realizará en función de la evolución de la inflación y considerará también la actividad económica y las condiciones financieras.
“Mientras la inflación observada se mantenga por encima de la inflación internacional, el Banco Central mantendrá un sesgo monetario contractivo respecto de su estimación de la trayectoria base de demanda de dinero”, enfatizó.
Acotó que para gestionar la liquidez a partir de las compras de reservas, el BCRA seguirá utilizando herramientas como compras y ventas de Letras capitalizables en pesos (moneda local) y operaciones con entidades financieras (repos).
Por último, el comunicado de la entidad refleja que “se anticipa un ciclo de expansión en la actividad económica y del crédito al sector privado, impulsado por incentivos de mercado que favorecen la inversión, las exportaciones y el consumo”.
“Libre de stocks de pasivos remunerados, el BCRA abastecerá la demanda de dinero a través de su programa de compra de reservas internacionales. Con el objetivo de continuar reduciendo la inflación, el BCRA mantendrá un sesgo contractivo en la política monetaria asegurando que la oferta monetaria evolucione a menor ritmo de la demanda”, concluye el texto.
