Con un evento masivo celebrado en Zempoala, el partido Nueva Alianza Hidalgo mostró músculo político y organizativo con miras a los próximos procesos electorales. Al frente del acto estuvieron dos figuras clave del aliancismo local: Francisco Sinuhé Ramírez Oviedo, alcalde de Zempoala y uno de los líderes visibles del movimiento, y Sergio Hernández Hernández, dirigente estatal del partido.
El mensaje fue claro: Nueva Alianza se consolida como una segunda fuerza política en Hidalgo gracias al trabajo de base, la presencia territorial y una narrativa que combina identidad independiente con alianzas estratégicas. Sinuhé Ramírez fue enfático al destacar que este proyecto ha sido forjado “sin recursos materiales, pero con convicción y esfuerzo”, y agradeció la lealtad de una militancia que, aseguró, es el verdadero capital del partido.
Aunque ratificó su respaldo al proyecto político del gobernador Julio Menchaca, reiteró que Nueva Alianza mantiene su independencia ideológica. “Esta es una fuerza construida desde abajo, con autenticidad y sin simulaciones”, dijo.
Por su parte, Sergio Hernández trazó un panorama más estructural, subrayando el tránsito del partido desde sus raíces magisteriales hacia una organización plural. En este proceso, destacó la inclusión femenina como un pilar del crecimiento, mencionando con nombre propio a lideresas de municipios clave y a diputadas locales como Mónica y Mirna Rubio.
El evento no fue solo un mitin de reconocimiento; funcionó como termómetro interno de cohesión política y prueba de que Nueva Alianza ya no se limita a ser un partido satélite, sino una fuerza que busca ampliar su margen de influencia dentro y fuera de sus alianzas.