La pérdida progresiva de la memoria es otro síntoma
Por Alicia Yolanda Reyes.

Paty de sesenta años solía hacer compras de manera obsesiva, una vez con los artículos en su poder, los almacenaba y olvidaba que los tenía, cuando ella falleció la familia encontró un cuarto llenó de prendas de ropa y otros artículos que nunca utilizó.

Debido a que no tenía ingresos para comprar todo lo que quería, no dudaba en acudir a sus familiares cercanos para solicitar le prestaran su tarjeta, o dinero en efectivo, asegurando que a fin de mes lo regresaría, cosa que rara vez sucedía.

A sus hijas les llegó a sacar la tarjeta o dinero de sus bolsas para adquirir mercancía que no necesitaba, desde televisores, electrodomésticos, ropa y demás.
En una ocasión le solicitó a una tía una cantidad fuerte porque aseveraba que la requería para pagar un tratamiento médico, algo totalmente falso.

Cada vez que le cobraba su tía, se escondía, le ponía pretextos, solicitaba nuevo plazo, la señora desesperada contrató un abogado y la demandó, la esperaron en la calle y le quitaron su auto como garantía, ella tenía problemas de movilidad, por lo que, al verse privada de su vehículo, primero lloró y suplicó, pero eso no le funcionó.
Acudió a un hermano para que saldara la cuenta con la promesa de que le pagaría, cosa que nunca sucedió.

Aparentemente no tenía conciencia de que sus acciones eran incorrectas y culpaba a la persona que le cobraba de ser mala, y contaba a quien la quería escuchar de la gran injusticia que se estaba cometiendo con ella.

Las personas con demencia suelen tener problemas de dinero o ver afectad su solvencia años antes de que aparezca la pérdida de memoria u otros síntomas cognitivos.

Olvidan pagar sus facturas y nos son capaces de ceñirse a un presupuesto. Una de las razones por la mala gestión financiera puede ser un indicador sensible de su complejidad, porque implica la interacción de varias regiones cerebrales, señala Winston Chiong, profesor de neurología de la Universidad de California en San Francisco.
Asevera que las finanzas es una de las primeras áreas en las que empiezan a aparecer grietas en la cognición de las personas.

La toma de decisiones financieras erróneas preocupa especialmente a quienes padecen de demencia frontal temporal, una forma relativamente rara en a que el juicio se ve afectado en una fase temprana de la enfermedad.
Los trastornos del sueño se vuelven más comunes a medida que la gente envejece. Los adultos tienen el sueño más ligero, y tienden a despertarse antes de lo que solían hacerlo, esto es normal.
Si se producen cambios drásticos en los hábitos de una persona, como empezar el día a las 3 de la mañana, o ser incapaz de mantenerse despierta durante el día es un signo de demencia, señala el neurólogo.
Hablar dormido, caminar dormido, tener sueños muy vívidos son otros de los síntomas que deben preocupar a las personas afectadas y sus familiares y acudir a un neurólogo para una evaluación profunda sobre estas causas, señalan los especialistas en salud mental.

La enfermedad de párkinson que de no ser tratada puede llevar a la demencia, el Alzheimer es otro de los padecimientos que se ve afectado por la falta de sueño.
Antes de que las personas muestren síntomas visibles de demencia, como lo olvidos constantes, puede mostrar cambios en sus patrones de sueño, algo que debe alertar para acudir a un especialista (aliciayolandar@hotmail.com)