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Calentamiento global aumentara intensidad de huracanes

Washington, 31 ago (Prensa Latina) Los huracanes continuaran intensificándose a medida que el planeta tierra se caliente, informó hoy un análisis del diario The Hill.
Una combinación de factores relacionados con el clima, como las temperaturas cálidas de los océanos y el aumento del nivel del mar, contribuyeron a impulsar el huracán Ida y su trayectoria de destrucción, según científicos citados por la publicación.

La valoración apareció luego del paso devastador del huracán de categoría cuatro por Luisiana y Mississippi, el cual causó, entre otras afectaciones, el corte de electricidad a más de un millón de personas.

Jonathan Overpeck, científico del clima y decano de la Escuela de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Universidad de Michigan, declaró a The Hill que las cálidas temperaturas del océano en el Golfo de México parecen provocaron el fortalecimiento de Ida en tan poco tiempo.

‘Esas temperaturas cálidas del océano, apuntó , son el combustible de estas grandes tormentas tropicales. En el caso de Ida, se intensificó rápidamente hasta convertirse en una tormenta de categoría cuatro, lo que constituye una señal clásica del cambio climático’, explicó Overpeck.

El diario destacó que el calor de los océanos provoca la evaporación, y eso desempeña un papel importante en la formación de las tormentas y su nivel de intensidad.

Otros dos factores, agregó, son las precipitaciones provocadas por una atmósfera más cálida y las marejadas agravadas por el aumentó del nivel del mar.

‘Estoy dispuesto a apostar dinero a que, una vez que la investigación esté terminada, quedará claro que esta tormenta se vio reforzada por el cambio climático en los tres aspectos’, sostuvo Overpeck.

Al respecto, John Nielsen-Gammon, experto sobre el clima y profesor de la Universidad A&M de Texas, dijo que estos factores forman parte de un patrón más amplio y al menos en la cuenca del Atlántico, se aprecia en la intensidad, abundantes lluvias y un alza del nivel del mar.

La tormenta Ida que causó cuantiosos daños y mató al menos a una persona ocurrió luego de las duras advertencias de la ONU sobre los huracanes.

Un grupo de expertos del organismo sobre el cambio climático aseveró que en general, los huracanes se volvieron probablemente más intensos en las últimas décadas y seguirán empeorando.

Advirtieron, además, que a medida que aumenten las temperaturas, se espera que suban la proporción global de huracanes de categoría cuatro y cinco. Para la costa del Golfo de Estados Unidos, la costa este de Norteamérica y el Caribe, se prevén huracanes más extremos, afirmaron.

El Brazo Robótico Europeo llega a la Estación Espacial Internacional

El Brazo Robótico Europeo (ERA) partió de la Tierra el 21 de julio de 2021 a bordo de un cohete Protón lanzado desde el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán, y llegó a la Estación Espacial Internacional (ISS) el 29 de julio.

El robot, de 11 metros de largo, viajó plegado e instalado en lo que será su base de operaciones, el Módulo de Laboratorio, llamado «Nauka». El lanzador Proton-M  los situó en una órbita a unos 200 km de la Tierra, 10 minutos después del despegue. Siguieron ocho días en los que Nauka elevó lentamente su órbita y maniobró hasta acoplarse por sus propios medios al módulo Zvezda, en el corazón del segmento ruso. Aunque diversos problemas técnicos se presentaron durante el trayecto y poco después del acoplamiento, se logró resolverlos.

La Estación Espacial Internacional ya cuenta con dos brazos robóticos. El robot canadiense y el japonés desempeñan un papel crucial como sistemas de atraque de naves espaciales y a la hora de transferir cargas útiles y astronautas. Sin embargo, ninguno de los dos brazos puede dar servicio al segmento ruso.

ERA es el primer robot capaz de «recorrer» la zona rusa del complejo orbital. Puede manejar componentes de hasta 8000 kg con una precisión de 5 mm, y transportará astronautas de un lugar de trabajo a otro.

«Al poder trasladarse a lo largo de la zona rusa de la Estación, el Brazo Robótico Europeo aportará mayor libertad, flexibilidad y capacidad a las operaciones espaciales» declaró David Parker, director de Exploración Humana y Robótica de la ESA. «A través de nuestro programa Columbus 2030, aportamos una mejora a la Estación Espacial, después de 20 años en órbita. Se trata de una oportunidad para modernizar el espacio con un enfoque comercial».

El lanzamiento e instalación del Brazo Robótico Europeo supone una novedad espacial para Europa y Rusia. Un consorcio de 22 compañías europeas de siete países han participado en la construcción del robot para la ESA. Tras 14 años de constante colaboración, ha tenido lugar la llegada de este robot de fabricación europea.

El astronauta de la ESA Thomas Pesquet ayudará a configurar el nuevo brazo robótico. Se han previsto cinco paseos espaciales para poner a punto al ERA y para que efectúe sus primeras operaciones, algunas de las cuales se llevarán a cabo con los astronautas de la ESA Matthias Maurer y Samantha Cristoforetti.

La tripulación puede controlar al ERA tanto desde dentro como desde fuera de la Estación Espacial, característica que no ofrece ningún otro brazo robótico. Durante su primer año en la ISS, las principales tareas de ERA en órbita consistirán en instalar un gran radiador y configurar la esclusa de aire del módulo Nauka.

Junto con sus socios internacionales, Europa se está preparando para alargar la vida de la Estación Espacial en los próximos años.

«Nuestro hogar en el espacio se somete a constantes mejoras. El laboratorio europeo Columbus está consiguiendo nuevos  bastidores científicos, conexiones de datos ultrarrápidas y plataformas externas e internas, de suministro comercial, para más usuarios. El astronauta de la ESA Thomas Pesquet ha estado incluso ayudando en una renovación energética de la estación con nuevos paneles solares» señala David Parker.

La estrecha colaboración entre Europa y Rusia ayudará a demostrar la autonomía y las operaciones robóticas en tiempo real, algo vital para las futuras misiones a la Luna y Marte. (Fuente: ESA)

Almacenamiento digital de datos en tintes

Unos científicos han inventado un nuevo y asombroso método para almacenar de manera barata y duradera grandes cantidades de información recurriendo a la química.

Un equipo integrado, entre otros, por Amit A. Nagarkar y George Whitesides, ambos de la Universidad Harvard en Estados Unidos, ha ideado una técnica de almacenamiento de datos en formato digital que se basa en combinaciones de siete tintes fluorescentes disponibles en el mercado. Los tintes se aplican mediante una impresora de chorro de tinta y se leen con un microscopio que puede detectar las diferentes longitudes de onda de luz que emite cada tinte. A continuación, se descodifica el mensaje binario de las moléculas y este es convertido en texto, imágenes, vídeos o cualquier otra cosa que pueda almacenarse digitalmente.

En teoría, los datos pueden conservarse durante miles de años o más. La longevidad del almacenamiento molecular de datos es muy superior a la de los medios convencionales de almacenamiento digital de datos, como las unidades flash, los discos ópticos, las cintas magnéticas y los discos duros de ordenador. Algunos de estos medios de almacenamiento son además muy susceptibles de sufrir daños por el agua.

El nuevo método es de bajo coste y utiliza tecnologías comerciales existentes: la impresión por inyección de tinta y la microscopía de fluorescencia.

El método podría ser especialmente útil para información cuyo almacenamiento es vital por motivos legales (registros financieros y jurídicos, por ejemplo) y en casos en los que el almacenamiento a largo plazo resulta también crucial, como con los datos científicos, por ejemplo los recogidos durante misiones espaciales. La información almacenada en los tintes no es accesible vía internet, al menos de manera directa, lo que contribuye a evitar accesos no autorizados a ella. La grabación de la información es relativamente barata y su lectura posterior puede hacerse sin necesidad de que el microscopio esté diseñado especialmente para esta tarea. El mantenimiento de la información en su soporte no consume energía.

Las moléculas de tinte se dejan caer sobre una superficie de epoxi a la que se adhieren químicamente, fijando la información en su lugar. Para traducir los bits de información de los distintos tintes, los investigadores utilizaron un código estándar.

Cada número, letra, píxel u otra unidad de información de los datos que se desea almacenar está representado por un grupo de unos y ceros, dependiendo de la presencia o ausencia de cada tinte.

Un microscopio de fluorescencia detecta la presencia o ausencia de las moléculas de tinte. Sabiendo qué tintes hay, se puede descodificar el mensaje binario.

En la versión actual de pruebas del sistema, aún primitiva, la información puede leerse con una precisión del 99,6 por ciento. En una superficie de 7,2 por 7,2 milímetros, Nagarkar y sus colegas fueron capaces de escribir 1.407.542 bytes de información digital con los tintes.

El equipo de Nagarkar expone los detalles técnicos de su sistema en la revista académica ACS Central Science, bajo el título “Storing and Reading Information in Mixtures of Fluorescent Molecules”.

India por aprovechar más su potencial de energía eólica marina

Nueva Delhi, 27 nov. India tiene previsto para 2022 producir 5,0 GW de electricidad a partir de proyectos de energía eólica marina, que luego ampliará hasta 30 GW para 2030.

Sin embargo, la falta de infraestructuras portuarias desarrolladas, los costes más elevados de la instalación de turbinas en el mar y los retrasos debido a la pandemia de la Covid-19 hacen que los avances sean lentos, reflejó el portal India Spend.

Actualmente, India no tiene ninguna planta de energía eólica marina operativa, pese a que el país posee siete mil 600 kilómetros de costas, acotó la fuente.

La demanda energética del país crecerá un 3,0 por ciento anual hasta 2040, y para satisfacerla de forma sostenible se necesitarán fuentes de energía limpias.

India anunció este mes un nuevo compromiso climático de satisfacer la mitad de sus necesidades energéticas con fuentes renovables para 2030.

Por ahora, India cubre el 26,4 por ciento (103 GW) de sus necesidades con fuentes de energía renovables, como la solar y la eólica.

Aunque su contribución es pequeña, la energía eólica marina ayudará a alcanzar esa meta pero su potencial sigue sin aprovecharse.

A nivel mundial, el mercado eólico marino creció de 29,2 GW en 2019 a 35,3 GW en 2020, según el Informe Eólico Global 2021 del Consejo Mundial de la Energía Eólica (GWEC).

Lidera este sector el Reino Unido (10 GW), seguido de China (9,99 GW), Alemania (7,7 GW), Países Bajos (2,6 GW) y Bélgica (2,2 GW), a partir de 2020.

Un informe de la Unión Europea y el proyecto «Facilitating Offshore Wind in India» estimaron que la capacidad mundial de energía eólica marina superará los dos mil GW en 2050 y que India tendrá 140 GW.

India posee un potencial de energía eólica marina de 36 GW frente a la costa de Gujarat y casi 35 GW frente al litoral de Tamil Nadu, según evaluó el Instituto Nacional de Energía Eólica (NIWE).

Por otra parte, la instalación de turbinas eólicas en tierra requiere grandes extensiones de terreno abierto y, en ocasiones, se encuentra con la resistencia de las comunidades locales.

Mientras, la energía eólica marina no tiene esa limitación y a la vez en el mar los vientos están libres de cualquier obstrucción, y por ello fluyen con mayor velocidad.

Sin embargo, como son intermitentes, una central de ese tipo no puede utilizarse todo el tiempo y para la energía eólica terrestre su uso representa hasta el 35 por ciento de las horas del día.

En el caso de la energía eólica marina puede llegar hasta un 50-55 por ciento, debido a los vientos más fuertes en el mar, dijo Kashish Shah, analista de finanzas energéticas del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero.

Aunque podría ayudar a la India a producir más energía limpia, es más cara que la eólica y la solar en tierra.

Se estima que el coste por megavatio de la turbina eólica en alta mar es de dos a tres veces mayor que en tierra, según un informe del XVII Comité Permanente de Energía de la Cámara Baja (Lok Sabha) del Parlamento.

Por otro lado, las turbinas eólicas marinas requieren palas más largas y transportarlas a grandes distancias no es viable, por lo cual los puertos tendrían que ser desarrollados para que las mismas puedan ser fabricadas cerca de su emplazamiento.

Otros retos son el cableado submarino, la cimentación e instalación de las turbinas, incluida la logística, la interconexión y el funcionamiento de la red, el desarrollo de la infraestructura de transmisión y la seguridad de la costa durante el periodo de construcción y funcionamiento.

Además, como todas las opciones de suministro de energía, la energía eólica puede tener impactos ambientales adversos, incluyendo el potencial de reducir, fragmentar o degradar el hábitat de la vida silvestre, los peces y las plantas.

Igualmente, el giro de las aspas de las turbinas supone una amenaza para la fauna voladora, como los pájaros y los murciélagos.

El golpe de la Covid-19 en el mercado de la energía eólica india fue mayor de lo previsto, con sólo 1,1 GW instalados de 3,3 GW previstos hasta 2020. Se espera que la India instale casi 20,2 GW de capacidad eólica hasta 2025.

WASP-76b, el planeta donde llueve hierro

WASP-76b es un exoplaneta (planeta de fuera de nuestro sistema solar), situado a unos 640 años-luz de la Tierra. Fue descubierto en 2016. Se trata de un planeta gigante gaseoso.

Este planeta orbita a su estrella (más caliente que el Sol), a una distancia tan corta que da una vuelta entera a su alrededor en tan solo 1,8 días terrestres.

Como es previsible, dicha cercanía hace que reciba una cantidad colosal de luz y calor.

Debido a ello, las temperaturas en ese mundo son muy altas. La del hemisferio diurno es tan elevada que el hierro se vaporiza. En la cara nocturna, un poco más fría, el hierro arrastrado por un fuerte viento se condensa y luego cae del cielo como lluvia.

Ahora una investigación revela que este infernal mundo puede ser aún más ardiente de lo que se pensaba.

Un equipo internacional, dirigido por científicos de la Universidad Cornell en Estados Unidos, la Universidad de Toronto en Canadá y la Queen’s University de Belfast en Irlanda del Norte, Reino Unido, ha descubierto señales espectrográficas inequívocas de calcio ionizado en el planeta, lo que sugiere una temperatura atmosférica más alta de lo que se pensaba, o la existencia de vientos muy fuertes en la atmósfera superior.

El descubrimiento hecho por Emily Deibert y sus colegas se logró gracias al uso de espectros de alta resolución obtenidos con el observatorio astronómico Gemini Norte, ubicado cerca de la cumbre del Mauna Kea en Hawái, Estados Unidos.

El estudio se titula “Detection of Ionized Calcium in the Atmosphere of the Ultra-hot Jupiter WASP-76b”. Y se ha publicado en la revista académica The Astrophysical Journal Letters. (Fuente: NCYT de Amazings)

Asteroides del tamaño de una ciudad impactaron la Tierra en sus primeros años

· Los golpes, con efecto significativo en la química de la superficie del planeta y en su capacidad para albergar vida, revela estudio

Madrid. Los científicos saben que la Tierra fue bombardeada por enormes asteroides en tiempos lejanos, pero una nueva investigación sugiere que el número de los impactos puede haber sido 10 veces mayor de lo que se pensaba, lo que se traduce en un aluvión de colisiones de escala similar a la del choque del que acabó con los dinosaurios, de media cada 15 millones de años en el periodo comprendido entre hace 2 mil 500 y 3 mil 500 millones de años.

Según este estudio, presentado en la conferencia de geoquímica Goldschmidt, algunos de estos impactos individuales pueden haber sido mucho más grandes, probablemente del tamaño de una ciudad o de una pequeña provincia. Los investigadores también estudian el efecto de las colisiones en la evolución de la química de la superficie del planeta.

Los primeros años de la Tierra fueron inimaginablemente violentos en comparación con los actuales. Los científicos creen que fue golpeada por un número importante de asteroides de gran tamaño (de más de 10 kilómetros de diámetro), lo que habría tenido un efecto significativo en la química de la superficie cercana al planeta y en su capacidad para albergar vida.

El efecto de una sola colisión de este tipo se demostró hace relativamente poco tiempo con el impacto de Chicxulub hace 66 millones de años, que provocó la extinción de los dinosaurios. Sin embargo, la Tierra primitiva era muy diferente a la actual en el momento del choque, y también lo eran los efectos de las colisiones.

En la Luna y en otros planetas rocosos pueden verse cráteres de colisiones similares, pero la meteorización atmosférica y la tectónica de placas han tendido a enmascarar cualquier evidencia directa en la Tierra.

Sin embargo, los ecos de esos impactos lejanos pueden verse en la presencia de esférulas encontradas en rocas antiguas; los enormes choques arrojaron partículas y vapores fundidos que luego se enfriaron y cayeron a la Tierra para incrustarse en la roca como pequeñas partículas vidriosas esféricas. Cuanto mayor fuera la colisión, más se habrían esparcido esas partículas, por lo que la distribución global de una gruesa capa de esférulas muestra un impacto enorme.

Simone Marchi, del Instituto de Investigación del Suroeste, en Colorado, Estados Unidos, explicó que desarrollaron un nuevo modelo de flujo de impacto y lo hemos comparado con un análisis estadístico de los datos de la antigua capa de esférulas. Con este enfoque, descubrimos que los modelos actuales de los primeros bombardeos a la Tierra subestiman gravemente el número de impactos conocidos, como lo registran esas partículas.

Añadió que el verdadero flujo de impactos podría haber sido hasta un factor 10 veces mayor de lo que se pensaba en el periodo mencionado.

Esto significa que en ese periodo inicial, probablemente fuimos golpeados por un asteroide del tamaño del que cayó en Chicxulub en promedio cada 15 millones de años. Todo un espectáculo”, subrayó.

A medida que profundizamos en nuestra comprensión de la Tierra primitiva, descubrimos que las colisiones cósmicas son como el proverbial elefante en la habitación. A menudo se descuidan, ya que carecemos de un conocimiento detallado de su número y magnitud, pero es probable que esos eventos energéticos alteraran fundamentalmente la superficie de la Tierra y la evolución atmosférica, sostuvo.

Por ejemplo, uno de los puntos que se estudian es intentar comprender si esos impactos pueden haber afectado a la evolución del oxígeno atmosférico.