Vacunar contra la COVID-19 es urgente, lo más que se pueda en el menor tiempo posible debería ser la consigna
La vacuna para prevenir la COVID-19 ya está en Nicaragua, sin embargo, no hay un plan de vacunación a nivel nacional, por lo menos que sea público. Esta semana inició la vacunación y fueron vacunadas personas con enfermedades crónicas dentro de instalaciones hospitalarias, obviamente a ese ritmo de velocidad si no se modifica a lo inmediato, pues la vacuna es urgente para evitar más muertes y para que las variantes del coronavirus que son contagiosas no se nos metan, no lograremos una cobertura rápida de vacunación en las personas expuestas o sea los y las trabajadoras de salud y las vulnerables o las que padecen de enfermedades crónicas que son las que tienen mayor riesgo de complicaciones y muertes.
La vacuna debe ser gratuita y de aplicación voluntaria, como ha sido siempre en el programa de vacunación del MINSA, sin embargo una cosa es ser voluntaria o sea no obligada y otra que llegue quien quiera, esto sería un desastre pues se promueve la pasividad que no responde a la velocidad que la enfermedad nos está atacando y que dejará al menos un 35% de la población con daños permanentes o crónicos. Así es el impacto a mediano plazo, una tercera parte de nuestra población quedará enferma de por vida, disminuyendo su calidad de vida y años esperados que viva en este país, a esto estaríamos apostando al ritmo que vamos, además de más enfermos, complicados y fallecidos, muertes que son evitables con las medidas de prevención y la vacunación.
Vacunar contra la COVID-19 es una urgencia y por tanto la oferta del MINSA al acceso a la vacuna debe ser de forma pro-activa, vacunar lo más que se pueda en el menor tiempo posible debería ser la consigna, ya el MINSA debe presentar públicamente el plan de vacunación completo y una campaña educativa a nivel nacional y por todos los medios de comunicación posibles, estando alerta de aclarar y enfrentar rumores anti vacuna, seguimiento de reacciones secundarias en los vacunados y promover que la población que se priorice se vacune.
El MINSA debe iniciar y promover una respuesta nacional del gobierno y la sociedad civil frente a la pandemia, liderando y movilizando la prevención integral y la vacunación, impidiendo cualquier aglomeración o molote de gente y asegurando los espacios seguros de vacunación para cumplir con el distanciamiento, la ventilación y el resto de las medidas de prevención.
Si no se hace esto, si no se aborda de forma integral a esta epidemia para controlarla, ¿qué sentido tiene, gastar millones de dólares en vacunas que no se van a aplicar?, no nos engañemos o se agarra el toro por los cuernos o la COVID-19 seguirá ganando la batalla como hasta ahora lo ha hecho.