Alicia Yolanda Reyes

Mi relación con Cuba y su gente data de los años 80 cuando conocí algunos funcionarios y periodistas de aquel país que estaban asignados a la embajada cubana en la ciudad de México.
Entre ellos recuerdo a Rolando Sarraf corresponsal de Prensa Latina la agencia de Noticias cubana, creada para hacerle contrapeso a la campaña de desinformación contra el gobierno de Fidel Castro, y su incipiente Revolución.
En una ocasión me contó muy entusiasmado que sus hijos que se habían quedado en la isla del caribe recibían su sueldo íntegro en pesos cubanos, mientras que el y su esposa Odesa, que también era periodista recibían su sueldo en dólares en México.
Cuando cada año regresaban de vacaciones a su país, les entregaban mil dólares extras y una semana de vacaciones en un hotel de Varadero, o cualquier otra playa que eligieran.
Siempre hablaban de ese arreglo como un intercambio que consideraban justo para ambas partes.
Por ellos, Rolando y Odesa supe que ese mismo trato recibían los internacionalistas cubanos, es decir aquellos que eran enviados a otros países como médicos, maestros y otras profesiones que se les requería.
El gobierno cubano firmaba los contratos con las autoridades de los países que requerían asistencia técnica de estos profesionales, aquellos que eran elegidos para formar parte de las misiones de apoyo recibían y hasta donde se reciben ese trato.
En Cuba el ser un internacionalista es algo muy valorado por el resto de la población, los consideran héroes a la patria y reconocen que deben de separarse por un tiempo de su familia para servir en el exterior pero que quienes se quedan son apoyados económicamente por el gobierno cubano.
La visión de las y los profesionales de la salud cubanos es muy diferente de la que se tiene en el sistema capitalista, en la que lo más importante es el lucro.
En Cuba los médicos tienen un espíritu de servicio y solidaridad para con sus conciudadanos. Los médicos de familia que existen en todos los rincones de la isla son vistos con respeto.
La población no debe erogar un cinco por recibir atención médica en todos los niveles, eso permite que los profesionales de la salud presten su servicio sin importar el nivel económico o profesional de quienes lo requieren.
Las brigadas médicas que han llegado a México vienen con esa convicción de prestar sus servicios a quienes lo requieran, sin recibir un pago extra por ello.
Por supuesto que entre quienes viajan a México y a otros países existen aquellos que tienen otra visión, algunos incluso llegan a desertar buscando mejorar su situación económica, pero no pocos se arrepienten cuando ven que en el capitalismo se debe pagar por el acceso a la salud, y a la educación y que los alimentos son caros.
Debido al bloqueo económico Cuba tiene muchas carencias, pero nadie se muere por falta de atención médica, o de hambre, como desgraciadamente sigue sucediendo en nuestros países.
Todos desde que nacen tiene acceso gratuito a la educación, la salud y la alimentación.
Las y los internacionalistas tienen claro que el gobierno les costeo su educación y que el salir a prestar sus servicios al exterior es una forma de retribuir. Insisto esta visión no es unánime, pero es predominante.
Claro que visto desde nuestra óptica podría parecernos injusta, pero requiere de un análisis más profundo antes de hablar de “modernos esclavos”. (aliciayolandar@hotmail.com)