Recomiendan dieta orgánica para disminuir el problema

Por Alicia Yolanda Reyes.

La población infantil de los municipios del Salto, Juanacatlán y Poncitlán cercanos al Rio Santiago que ha sido contaminado por las 400 empresas que laboran en esa área y vierten sus desechos ahí son afectados por la contaminación de petroquímicos, componentes electrónicos, metales pesados y otros.
Además de las empresas en esa zona se ubica el basurero Los Laureles lo que provoca que en el río también se viertan zapatos, coches agroquímicos y la mayoría de la basura que se genera en el área metropolitana de Guadalajara.

Hace unos años Miguel Ángel un pequeño de 10 años, cayó al río, en la tarde presentó fiebre y otras complicaciones de salud, fue llevado al hospital y se pudo comprobar que el daño era causado por el agua contaminada, aunque las autoridades trataron de negar que esa fuera la causa, el niño falleció, e investigadores de la Universidad de Guadalajara, hicieron mediciones del agua del río, y demostraron que los niveles de tóxico lo convertían en un riesgo para sus moradores.

Las autoridades de salud de Jalisco se vieron obligadas a realizar tamizajes entre los moradores de esos municipios, encontraron plomo, arsénico y otros contaminantes.

En los estudios realizados por investigadores de la U de G se han detectado una gran cantidad de solidos disueltos, grasas, aceites, como la presencia de metales pesados tan nocivos como el zinc, mercurio arsénico, así como materia fecal que rebasan en 10 mil veces lo permitido para la vida acuática, y hace que el agua no sea apta para el regadío.

Al pasar por la zona se puede observar el color del agua entre café y amarillo, así como espuma, y un olor fétido, esto daña a las personas, en especial a los menores, inmunosuprimidos y personas de la tercera edad.
La contaminación de el río, también se traduce en mayor riesgo para la salud y la vida, porque el aíre también está contaminado.
Las investigaciones muestran que del 2007 al 2010 se incrementaron las tasas de morbimortalidad en los pobladores, así como enfermedades renales, insuficiencia renal crónica, problemas de tipo digestivo y de vías respiratorias.

El rio que a todavía a principios del siglo fue fuente de alimentos, diversión e ingresos para sus moradores, se ha convertido en un problema latente.
De enero a septiembre de 2023 se realizaron 12 mil estudios y se detectó albuminuria en sangre en 461 niños, lo que indica que existe inflamación renal.
Es importante señalar que ese resultado no indica enfermedad renal, por lo que son referidos a un médico nefrólogo para una evaluación clínica laboratorial, en la cual se han detectado hasta el momento dos pacientes con enfermedad renal crónica en etapas tempranas.

El coordinador estatal de epidemiología de la secretaria DE Salud Jalisco César Augusto Domínguez explicó que la medición de albumina en la orina sirve para evaluar el estado de salud de los riñones.
Por su parte la Coordinación de Desarrollo Social del Estado de Jalisco, señaló que a los menores que se les detectó albuminuria arriba de lo normal están siendo atendidos mediante un programa de nutrición especial.

Toda la atención médica que requieren estos niños está cargo de la Secretaría de Salud Jalisco.
Felipe Lozano Kasten profesor investigador del departamento de salud pública de las U de G, informó que en 2016 el 45% de los menores estudiados en zona salía con la proteína alta, pero gracias al programa de nutrición, en la última medición solo el 7% de los 500 menores estudiados siguen presentando problemas, por lo que invita a la población a acercarse a los centros de salud para ser atendidos y evaluados. (aliciayolandar@hotmail.com)