Por Julio César Briseño, CEO de Cénit, banca de desarrollo y consultoría financiera
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) podrá tener acceso permanente a los datos fiscales de millones de usuarios de plataformas como Netflix, Amazon, Tinder, Mercado Libre, Duolingo, HBO, Temu y Shein, de acuerdo con la nueva adición del artículo 30-B del Código Fiscal de la Federación (CFF).
La medida forma parte del Paquete Económico 2026 impulsado por el gobierno de Claudia Sheinbaum, y busca fortalecer la fiscalización en la economía digital.
Esto tendrá posibles repercusiones en el crédito
- Mayor escrutinio fiscal para usuarios de plataformas digitales.
El SAT podrá conectarse en tiempo real con sistemas de plataformas como Uber, Airbnb, Amazon o Netflix para verificar el cumplimiento de obligaciones fiscales.
Esto podría afectar a personas que generan ingresos a través de estas plataformas, ya que sus datos fiscales estarán más expuestos y vigilados.
- Impacto en la evaluación crediticia.
Las instituciones financieras podrían considerar esta nueva visibilidad como un factor de riesgo o de transparencia, dependiendo del perfil del usuario.
Para quienes tienen ingresos informales o no declarados, esta reforma podría dificultar el acceso al crédito si se detectan inconsistencias fiscales.
- Posible efecto disciplinario en el comportamiento financiero.
Al saber que sus datos están disponibles en tiempo real para el SAT, muchos usuarios podrían optar por regularizar sus actividades, lo que a mediano plazo podría mejorar su perfil crediticio.
- Riesgos para la privacidad y la confianza.
La industria tecnológica advierte que esta medida podría generar vulnerabilidades de ciberseguridad y un precedente de vigilancia tributaria sin control judicial previo.
Si se percibe como una intromisión excesiva, podría erosionar la confianza en el sistema fiscal y en las plataformas digitales.
Ahora, en términos simbólicos, esta reforma transforma el acto de declarar impuestos en una vigilancia constante, casi ritualizada. El crédito, que tradicionalmente se basa en confianza y reputación, ahora se entrelaza con la transparencia digital y la trazabilidad fiscal. Es como si el SAT se convirtiera en un testigo silencioso de cada transacción, desplazando el foco del cumplimiento voluntario hacia el control automatizado.
El acceso sería en línea, en tiempo real y de forma continua, lo que genera preocupación por una posible invasión a la privacidad de los usuarios. Según el texto aprobado, el SAT podrá consultar “la información que permita comprobar el cumplimiento de las obligaciones fiscales”, lo que incluiría registros de transacciones, comprobantes de pago e historial de facturación.
Las controversias de esta reforma fiscal están en el aire.
Para más información: www.grupocipi.net y al teléfono 561 181 78 75



