Leonel Argüello Yrigoyen, médico Epidemiólogo
Recuerdan que antes se decía tiene sangre azul para decir que unas personas eran más importantes que otras, pues era y sigue siendo falso, todos los seres humanos somo iguales en derechos e independientemente de la etnia a que pertenecemos todos y todas somos Humanos.
La sangre es mucho más que un líquido rojo que circula por nuestras venas es un tejido vivo que sostiene la vida, transporta oxígeno, te defiende contra infecciones y ayuda a sanar. Sin ella, ninguna función vital sería posible. Sin embargo, no puede fabricarse, solo puede obtenerse de donaciones humanas.
La sangre representa entre el 7-8% del peso corporal. Un adulto promedio tiene entre 4.5 y 6 litros. Sus componentes clave son los Glóbulos rojos que llevan oxígeno a los tejidos y células, los Glóbulos blancos que luchan contra las infecciones, las Plaquetas que detienen hemorragias y el Plasma que transporta nutrientes, hormonas y residuos.
No existe aún un reemplazo completo. Se han desarrollado algunas sustancias como los Perfluorocarbonos y Hemoglobina recombinante que sí transportan oxígeno, pero no reemplazan todas las funciones. Los sustitutos de plasma como dextrano o gelatinas que son útiles para reponer volumen, pero no aportan células. Los avances en la búsqueda de sangre artificial que transporte oxígeno ayuden a la coagulación y brinde defensa, son prometedores, pero la sangre real sigue siendo esencial.
Donar sangre es un acto que salva vidas, una sola donación (de 450-500 ml o medio litro) puede salvar hasta 3 vidas. Usted puede donar sangre total cada 8 semanas y las Plaquetas o plasma cada 2 a 4 semanas, en esta última se le saca su sangre, se extrae algunos componentes y se le regresa a su cuerpo. Su organismo repone el volumen de sangre en 24-
48 horas, y las células en semanas.
Pueden donar las personas entre 16-65 años (hasta 70 en algunos países), con peso de más de 50 Kg o 110 Libras, que tengan buen estado de salud, sin infecciones activas ni enfermedades crónicas no controladas. Duerme bien y come algo ligero, hidrátate bien antes y después de donar, evita alcohol o actividad intensa ese día, informa si tomas medicamentos o has estado enfermo.
No deben donar quienes han tenido hepatitis, VIH, Sífilis, cáncer o enfermedades de transmisión sexual, personas que usan drogas inyectables o han tenido prácticas sexuales de alto riesgo, las embarazadas, lactando o con menstruación abundante ni personas que han recibido transfusiones recientes o viajado a zonas con malaria.
El proceso en el banco de sangre inicia con una revisión de tu estado de salud y factores de riesgo, registrándolos en el expediente, se mide presión, pulso, hemoglobina y peso. La extracción dura de 8 a 12 minutos. Se extrae entre 450 y 500 ml. Se te ofrece agua o jugo y algo liviano para evitar mareos y reposas.
La sangre se separa en glóbulos rojos, plasma y plaquetas. Se analiza para detectar VIH, hepatitis B/C, Sífilis, HTLV, Chagas, etc. Se almacenan los Glóbulos rojos hasta 42 días a 1-6 °C, el Plasma congelado: hasta 1 año a -18 °C o menos. Las Plaquetas solo duran 5 a 7 días a temperatura ambiente (22 °C), con agitación constante y la Sangre total, no se almacena como tal, se fracciona siempre.
La transfusión directa entre personas solo se hace bajo condiciones controladas en guerra o desastres naturales donde no hay banco de sangre. Para ello se asegura que el donante y receptor sean compatibles en tipo de sangre, que se realicen pruebas cruzadas antes de la transfusión y que ambos estén monitoreados estrictamente.
Promover la donación voluntaria y regular es crucial. Ahora que sabes más de la importancia de la sangre explícales a los demás.