BOGOTÁ, 1 dic (Xinhua) — Señales sísmicas asociadas a movimiento de fluidos, emisión de gases y ceniza con columnas de hasta 1,4 kilómetros producto de la actividad del volcán Puracé, en el suroeste de Colombia, representan una amenaza para las comunidades de la zona que requieren de la evacuación inmediata, recomendaron hoy domingo las autoridades colombianas. La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) de Colombia recomendó evacuar por una “amenaza alta” y de manera preventiva, pero inmediata, la zona aledaña al volcán, localizado en el departamento del Cauca. El Comité Extraordinario de la UNGRD emitió el sábado una alerta naranja para la zona, al detallar que en el área habitan unas 70 personas. “Hay reportes de caída de ceniza fina y olor fuerte a azufre desde la vereda Río Negro, en el corregimiento de Paletará (…) así como en el norte de la ciudad de Popayán”, precisó. Reiteró que su personal se encuentra alistado para cualquier acción necesaria, al hacer un seguimiento permanente y conjunto con el Servicio Geológico Colombiano. El propio Servicio Geológico Colombiano recomendó a los habitantes de la zona seguir atentos a información sobre la actividad del volcán, ubicado a 27 kilómetros de la cabecera municipal de Popayán. El Puracé forma parte de la cadena volcánica Los Coconucos, integrada por quince volcanes hasta el departamento de Huila. La entidad recordó que el volcán, cuyo nombre en lengua quechua significa “Montaña de fuego”, cuenta con una altura de unos 4.640 metros sobre el nivel del mar y se caracteriza por ser el más joven de la cadena volcánica Los Coconucos. “Es un estrato volcán activo con predominio de actividad tipo explosivo y tiene dos cráteres. Uno exterior de 900 metros de diámetro denominado Ochacayo y otro interno de 550 metros de diámetro”, detalló. La última erupción significativa del Puracé se registró en marzo de 1977 y desde 1986 se monitorea su actividad a través del Servicio Geológico Colombiano, al estar considerado uno de los más activos de Colombia. Los cambios significativos en la ocurrencia y energía sísmica en su interior llevaron a cambiar el estado de alerta del volcán de amarilla a naranja.