BUENOS AIRES, 18 jul (Xinhua) — La XXXIII Feria del Libro Infantil y Juvenil fue inaugurada oficialmente hoy viernes en Buenos Aires, la capital argentina, bajo la consigna de estimular la aproximación de niños y adolescentes al placer y la emoción de la lectura.

El discurso de apertura estuvo a cargo de la escritora María Teresa Andruetto, Premio Hans Christian Andersen y referente de la literatura infantil y juvenil en el mundo de habla hispana.

La autora subrayó a Xinhua que “con los libros podemos establecer conversaciones entre quienes estamos vivos y quienes están muertos, entre quienes pensamos en una lengua y quienes piensan en otras, entre los que somos de aquí y los que son de otros lugares o de otras épocas”, señaló la autora de obras como “El anillo encantado”, “El árbol de lilas” y “El arte de narrar”.

Con entrada libre y gratuita, la propuesta abrió sus puertas el 16 de julio y, tras la apertura oficial de este viernes, continuará hasta el domingo 3 de agosto en el Palacio Libertad de Buenos Aires.

Participaron del acto inaugural el director artístico del Palacio Libertad, Pablo Silva, junto a autoridades de la Fundación El Libro, entidad organizadora de la feria, entre ellas su presidente, Christian Rainone, su director general, Ezequiel Martínez, y la presidente de su Comisión del Libro Infantil y Juvenil, Gabriela Pérez.

También asistió el joven ilustrador Nehuén Costa, quien recibió un reconocimiento como ganador del concurso para la creación de personajes institucionales para la Feria del Libro Infantil y Juvenil.

Según Rainone, “desde la Fundación El Libro estamos impulsando acciones para fortalecer el vínculo con el libro en la infancia y la juventud, con la idea de que visitar una feria no sea solo una salida educativa sino una experiencia deseada, estimulante, que se recuerde y se comparta”.

La actividad de este viernes contó con la presencia de cientos de niños y adolescentes, ávidos de mantener una relación temprana con los libros en un ambiente de alegría y entretenimiento.

“Vine a buscar libros de dinosaurios y otros de cuentos cortos”, dijo a Xinhua el niño Vicente (11), que llegó a la capital junto a sus padres desde la provincia de Neuquén (sur).