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Tormenta Grace se convierte en segundo huracán de la temporada

La Habana, 18 ago (Prensa Latina) La tormenta tropical Grace se convirtió hoy en el segundo huracán de la temporada ciclónica, luego de registrar vientos máximos sostenidos de hasta 120 kilómetros por hora y una presión mínima de 992 hectoPascal. 
El Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba (Insmet) informó que el sistema posee una circulación más definida, con aumento de las áreas de chubascos y lluvias, localizado en los 19.4 grados de latitud Norte y los 82.2 grados de longitud Oeste.

La ubicación actual está a 85 kilómetros al oeste de Caimán Grande, en el mar Caribe occidental, y a 245 kilómetros al sur sudeste del Faro de Carapachibey, municipio especial Isla de la Juventud, con un desplazamiento al oeste noroeste a 24 kilómetros por hora, precisó el último aviso de ciclón tropical del Insmet.

En las próximas 12 a 24 horas se pronostica que este organismo tropical continuará con un rumbo entre el oeste y oeste noroeste, con similar velocidad de traslación, y ganará en organización e intensidad por las temperaturas superficiales del mar que en algunos puntos superan los 31 grados Celsius.

Se prevé que en la madrugada de este jueves toque tierra en la península de Yucatán.

Chubascos y lluvias en las regiones central y occidental, que pueden ser fuertes en algunas localidades de Pinar del Río y el municipio especial Isla de la Juventud, son pronosticados para el resto de la jornada dada la trayectoria del huracán Grace por los mares al sur de la isla caribeña.

Los vientos serán algo fuertes con velocidades entre los 35 y 50 kilómetros por hora, hasta 60 kilómetros por hora en esas provincias, con rachas superiores, mientras el oleaje se incrementará y podrían ocurrir inundaciones costeras ligeras en zonas bajas de Artemisa y Mayabeque.

Advirtieron los especialistas sobre la ocurrencia de fuertes marejadas en el archipiélago de los Canarreos, con altura de las olas de cuatro a seis metros, generando inundaciones costeras, de ligeras a moderadas, en zonas bajas de estos litorales, concluyó la nota.

Revelan la estructura de la piedra con la que están hechos los duraderos megalitos de Stonehenge

Madrid. Científicos revelaron la estructura geológica de la piedra que hizo que los bloques de arenisca conocidos como sarsens fueran el material ideal para construir los duraderos megalitos de Stonehenge.

El hallazo se presenta en un artículo publicado en la revista PLoS ONE por un equipo internacional, dirigido por David Nash, profesor de geografía física en la Facultad de Ciencias Aplicadas de la Universidad de Brighton.

La muestra principal utilizada para hacer el primer análisis completo de uno de los imponentes megalitos de Stonehenge tiene una historia interesante en sí misma. Se tomó de lo que se clasifica como Piedra 58, una de las que se habían caído, que se sometió a trabajos de conservación en los años 50 después del descubrimiento de una grieta que la atravesaba.

Para preservarla, se perforaron tres agujeros de alrededor de 2.5 centímetros de diámetro en todo su espesor (de casi un metro) para insertar varillas de metal.

Luego, dos de los núcleos desaparecieron, aunque parte de uno fue redescubierto en el Museo de Salisbury en 2019. El tercer núcleo fue entregado a Robert Phillips, que trabajaba para la empresa de perforación, y se fue con él a Estados Unidos. Cuando se jubiló, lo devolvió a English Heritage en 2018 a fin de proporcionar material de investigación, antes de fallecer en 2020.

Al analizar una pequeña sección de 7 centímetros del núcleo de los años 50, el equipo de Nash descubrió que la estructura del sarsen de granos de cuarzo del tamaño de arena cementados firmemente entre sí por un mosaico entrelazado de cristales de cuarzo era lo que hacía que la piedra fuera tan impermeable al desmoronamiento o la erosión.

En un comunicado, Nash explicó: “Es muy raro, como científico, tener la oportunidad de trabajar con muestras de tanta importancia nacional e internacional. Stonehenge es parte de un sitio del patrimonio mundial y está sujeto a las protecciones legales más estrictas, por lo que sería muy poco probable que pudiéramos acceder a este tipo de material en la actualidad. Obtener acceso al núcleo perforado desde la Piedra 58 fue en gran medida el Santo Grial de nuestra investigación.

Técnicas de vanguardia

“Gracias a la ayuda de organizaciones como el Servicio Geológico Británico y el Museo de Historia Natural, hemos aplicado un conjunto de técnicas de vanguardia a la muestra del núcleo Phillips.

Hicimos una tomografía computarizada a la roca, le aplicamos rayos X, la observamos con varios microscopios y analizamos su sedimentología y química. ¡Esta pequeña muestra es probablemente la pieza de piedra más analizada, además de la roca lunar!

Por lo general, con un peso de 20 toneladas y una altura de hasta 7 metros, los sarsens forman las 15 piedras de la herradura central de Stonehenge, los montantes y dinteles del círculo exterior, así como las periféricas Heel Stone, Slaughter Stone y Station Stones; 52 de los casi 80 sarsens originales permanecen en el monumento.

Los nuevos hallazgos se basan en una investigación pionera publicada por Nash el año pasado en la que utilizó el llamado núcleo Phillips para mostrar que la mayoría de las grandes piedras sarsen de Stonehenge probablemente provenían de un sitio a unos 24 kilómetros de distancia en West Woods en el borde del Marlborough Downs.

Esta nueva investigación proporciona más datos que podrían ayudar a rastrear las fuentes de las piedras restantes.

Perder polinizadores añade riesgos a la seguridad alimentaria

· La destrucción del hábitat, la gestión de la tierra y el uso de pesticidas provocan la disminución de esas especies, destaca estudio

Madrid. Desaparición de hábitats y uso de pesticidas están provocando la pérdida de especies polinizadoras en el mundo, lo que supone una amenaza para los servicios ecosistémicos que proporcionan alimentos.

Así lo afirmó un grupo internacional de expertos, dirigido por la Universidad de Cambridge, que ha utilizado las pruebas disponibles para crear el primer índice de riesgo planetario de las causas y efectos de la drástica disminución de los polinizadores en seis regiones del orbe.

Las abejas, mariposas, avispas, escarabajos, murciélagos, moscas y colibríes que distribuyen el polen, vital para la reproducción de más de 75 por ciento de los cultivos alimentarios y las plantas con flor –incluidos el café, la canola y la mayoría de las frutas–, disminuyen visiblemente en el mundo, pero se sabe poco de las consecuencias para las poblaciones humanas.

Lo que ocurra con los polinizadores podría tener enormes repercusiones para la humanidad. Estas pequeñas criaturas desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas del mundo, incluidos muchos de los que los humanos y otros animales dependen para alimentarse. Si desaparecen, podemos estar en graves problemas, aseguró Lynn Dicks, del Departamento de Zoología de Cambridge

Ella reunió a un equipo de 20 científicos y representantes indígenas para intentar una evaluación inicial de los factores que impulsan y los riesgos de esa disminución.

Según el estudio, publicado en Nature Ecology & Evolution, las tres causas principales de la pérdida de polinizadores son la destrucción del hábitat, seguida de la gestión de la tierra –principalmente el pastoreo, los fertilizantes y el monocultivo– y el uso generalizado de pesticidas. El efecto del cambio climático ocupa el cuarto lugar, aunque los datos son limitados.

Déficit en los cultivos

Tal vez el mayor peligro directo para el humano en todas las regiones sea el déficit de polinización de los cultivos: la disminución de la cantidad y la calidad de las cosechas de alimentos y biocombustibles. Los expertos calificaron la amenaza de inestabilidad del rendimiento de los cultivos como grave o alta en dos tercios del planeta –desde África hasta América Latina–.

Los cultivos que dependen de los polinizadores fluctúan más en su rendimiento que, por ejemplo, los cereales. Los fenómenos climáticos cada vez más inusuales, como las lluvias y temperaturas extremas, ya los están afectando. La pérdida de polinizadores añade inestabilidad: es lo último que la gente necesita, señaló Docks.

Un informe de 2016 al que contribuyó la investigadora sugirió que se ha producido un aumento de hasta 300 por ciento en la producción de alimentos dependientes de los polinizadores en el pasado medio siglo, con un valor de mercado anual que puede llegar a unos 489 mil millones de euros.

La reducción de la diversidad de especies se consideró un riesgo global de primer orden para el ser humano, que no sólo pone en peligro la seguridad alimentaria, sino que supone una pérdida de valor estético y cultural. Estas especies han sido emblemas de la naturaleza durante milenios, argumentan los expertos, y se presta muy poca atención a cómo su disminución afecta al bienestar de las personas.

Los polinizadores han sido fuentes de inspiración para el arte, la música, la literatura y la tecnología desde los albores de la historia de la humanidad. Las principales religiones tienen pasajes sagrados sobre las abejas. Cuando la tragedia golpeó Manchester en 2017, la gente recurrió a ellas como símbolo de fuerza comunitaria, recordó.

Los polinizadores suelen ser los representantes más inmediatos del mundo natural en nuestra vida cotidiana, sostuvo.

Los investigadores recuerdan que estamos en medio de una crisis de desaparición de especies, pero para mucha gente eso es intangible. Tal vez los polinizadores sean el medidor de la extinción masiva.

Cascos más resistentes y seguros para ciclistas

Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2020, más del 60 por ciento de los fallecimientos y discapacidades de larga duración relacionadas con el uso de la bicicleta son consecuencia de accidentes con lesiones en la cabeza.

A medida que muchas ciudades en diversas partes del mundo amplían sus redes de carriles para bicicleta y una mayor cantidad de personas opta por el uso cotidiano de este medio de transporte no contaminante, también aumentan las probabilidades de que se produzcan accidentes de ciclistas, lo que hace cada vez más necesario aumentar la seguridad para los ciclistas.

Unos científicos de la Universidad Tecnológica Nanyang (NTU) de Singapur, en colaboración con la empresa francesa Arkema, especializada en materiales de vanguardia, han desarrollado un casco de bicicleta más resistente y seguro utilizando una innovadora combinación de materiales. El nuevo casco tiene una mayor absorción de energía, lo que reduce la cantidad de energía que se transfiere a la cabeza del ciclista en caso de accidente y disminuye las posibilidades de sufrir lesiones graves.

El equipo, que incluye a Leong Kah Fai, Bhudolia Somen Kumar, Goram Gohel y Elisetty Shanmuga, los cuatro de la universidad antedicha, creó el casco con una carcasa exterior hecha principalmente de un nuevo tipo de resina termoplástica acrílica, reforzada con fibra de carbono.

La nueva resina termoplástica, denominada Elium®, fue desarrollada por Arkema, uno de los socios industriales de la NTU. El equipo de la NTU trabajó con los ingenieros de Arkema en el desarrollo de un proceso de moldeo de Elium® que resultase idóneo para fabricar los nuevos cascos.

El nuevo casco ha sido sometido a numerosas pruebas de validación internacional y ha demostrado su capacidad de proporcionar una mayor protección a los ciclistas en comparación con la que brindan los cascos convencionales.

Leong Kah Fai y sus colegas han publicado los detalles técnicos de su avance en la revista académica Composites Part B: Engineering, con el título “Development and impact characterization of acrylic thermoplastic composite bicycle helmet shell with improved safety and performance”.

Batería de yoduro de sodio capaz de revolucionar el almacenamiento de energía de la red eléctrica

Las baterías de sodio fundido se han utilizado durante muchos años para almacenar energía procedente de fuentes renovables, como la suministrada por paneles solares y turbinas eólicas. Sin embargo, las baterías de sodio fundido disponibles en el mercado, que concretamente son baterías de sodio-azufre, suelen funcionar solo a temperaturas de entre 270 y 350 grados centígrados, lo que conduce a limitaciones difícilmente superables y genera diversos inconvenientes. Un nuevo diseño, sin azufre y con yodo, que opera a una temperatura mucho más baja, parece que va a revolucionar el campo y a reducir costes.

El nuevo dispositivo, desarrollado y probado por un equipo que incluye, entre otros, a Leo Small, Erik Spoerke y Martha Gross, los tres de los Laboratorios Nacionales estadounidenses de Sandía, es una batería de yoduro de sodio que funciona a 110 grados centígrados. Esta temperatura inferior a las de las baterías convencionales de sodio-azufre conduce a un importante descenso de costes ya que permite utilizar materiales más baratos, las baterías necesitan menos aislamiento y el cableado para las conexiones internas puede ser mucho más fino.

Una de las principales innovaciones que permitieron esta menor temperatura de funcionamiento fue el desarrollo de un católito, una mezcla líquida de dos sales, en este caso, yoduro de sodio y cloruro de galio.

Mientras se descarga la energía de la nueva pila, el metal de sodio produce iones de sodio y electrones. En el otro lado, los electrones convierten el yodo en iones de yoduro. Los iones de sodio se desplazan a través de un separador hasta el otro lado, donde reaccionan con los iones de yoduro para formar sal de yoduro de sodio fundida. En vez de un electrolito de ácido sulfúrico como en las baterías de plomo y ácido, el centro de la batería es un separador cerámico especial que solo permite que los iones de sodio se muevan de un lado a otro, nada más.

En la nueva batería, a diferencia de lo que sucede en una de iones de litio, todo es líquido en los dos lados. Eso significa que a la batería no le afectan problemas como que el material sufra cambios de fase complejos o se deshaga. Sin estos problemas, la vida útil de la batería es mucho más larga. De hecho, incluso las baterías de sodio fundido convencionales tienen una vida útil de entre 10 y 15 años.

La nueva batería es tolerante incluso a una solidificación, lo que significa que en caso de un apagón eléctrico prolongado, la batería podría utilizarse hasta agotar por completo su carga, sin importar que se enfríe hasta solidificarse. Una vez restablecido el suministro eléctrico, la batería podría ser recalentada y recargada, tras lo cual volvería a funcionar con normalidad, sin un proceso de puesta en marcha largo o costoso, y sin degradación de la química interna de la batería.

Las baterías de yoduro de sodio también son más seguras. A diferencia de las baterías de iones de litio, en las que ciertos problemas internos pueden producir un sobrecalentamiento peligroso e incluso provocar fuego, eso no puede ocurrir con la química de la nueva batería. En esta, si se sacara el separador cerámico, y se permitiera que el metal de sodio se mezclara con las sales, no pasaría nada. Ciertamente, la batería dejaría de funcionar, pero no se produciría fuego ni una reacción química violenta. “Si un incendio exterior envuelve una batería de yoduro de sodio, es probable que la batería se agriete y falle, pero no debería alimentar al fuego ni provocar un incendio de sodio, añade Small.

El equipo de Small expone los detalles técnicos de su nueva batería en la revista académica Cell Reports Physical Science, con el título “A high-voltage, low-temperature molten sodium battery enabled by metal halide catholyte chemistry”. (Fuente: NCYT de Amazings)

Células anómalas que se vuelven cáncer de esófago surgen en el estómago

Madrid. Las células anómalas que se vuelven cáncer de esófago comienzan su vida como unidades del estómago, según un estudio realizado por científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, publicado en la revista Science.

La investigación reveló que el subtipo adenocarcinoma esofágico siempre va precedido de esófago de Barrett –células anormales de ese conducto–, aunque ya no sean visibles en el momento del diagnóstico. Esto confirma que el cribado de esa enfermedad es un enfoque importante para el control oncológico de esa parte del cuerpo.

El cáncer de esófago es el sexto más mortífero, y el adenocarcinoma está aumentando en los países occidentales. Científicos y médicos saben desde hace tiempo que su desarrollo está relacionado con la enfermedad de Barrett, que aparece en la endoscopia como una mancharosada en la superficie del conducto y que afecta a una de cada 100 a 200 personas en Reino Unido, y entre 3 y 13 de cada 100 con esta afección desarrollarán un adenocarcinoma de esófago a lo largo de su vida.

Sin embargo, la cuestión de la procedencia de estas células anormales ha sido un misterio que ha desconcertado a los científicos durante décadas.

Un grupo multidisciplinario de científicos, dirigido por Rebecca Fitzgerald, de la Unidad de Cáncer del Consejo de Investigación Médica de la Universidad de Cambridge, ofrece ahora la explicación más completa hasta la fecha.

Los autores principales del estudio, Karol Nowicki-Osuch y Lizhe Zhuang, determinaron un atlasdetallado de células y tejidos humanos de todos los posibles orígenes del esófago de Barrett, incluidas las glándulas submucosas esofágicas, una estructura tisular escurridiza que actúa de forma similar a las glándulas salivales y que nunca se había aislado de tejido humano fresco.

Los resultados mostraron una sorprendente similitud entre las células del estómago y las del esófago de Barrett, lo que sugiere que las células de la parte superior del estómago pueden reprogramarse para adoptar una nueva identidad tisular, asemejándose más a las células del intestino, y sustituir a las del esófago. Además, en este nuevo estudio el equipo demostró que dos genes, MYC y HNF4A, son las claves que cambian la identidad tisular de las células del estómago a las del intestino.

Nowicki-Osuch, coautora del estudio, afirma que es probable que se trate de una compleja combinación de factores que incluyen el reflujo de ácidos biliares (a menudo percibido como acidez) y otros factores de riesgo, como la obesidad, la edad, el sexo masculino y la etnia caucásica, explica.

Los investigadores descubrieron que todas las células de adenocarcinoma de esófago comienzan como células estomacales antes de transformarse en células de Barrett y luego en células cancerosas.