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Tengo grasa en el hígado, ¿qué me pasa?

Dr. Leonel Argüello Yrigoyen, médico epidemiólogo nicaragüense.

El Hígado graso es la presencia de grasa con o sin inflamación y fibrosis o cicatrices, encontrándose en un 20% de la población sin que presenten en la mayoría síntomas o malestares y en algunas personas pueden manifestarse como fatiga, malestar general y malestar vago o impreciso en la parte superior derecha del abdomen.

En el organismo las grasas o lípidos se almacenan en dos tipos de tejido adiposo, el blanco almacena energía del organismo, aísla y protege órganos vitales y el marrón produce calor, el balance energético del cuerpo está dado en el equilibrio de ambos. A su vez el 20% de la grasa total en el hombre y el 6% en la mujer se encuentra envolviendo los órganos, el resto es la visible en el cuerpo.

Las principales causas de un hígado graso son la obesidad central (abdomen o panza igual o superior a 130 cm medida a la altura del ombligo), diabetes mellitus tipo 2, dislipidemia o mucha o poca grasa en la sangre y síndrome metabólico que es el aumento de la presión arterial, niveles altos de azúcar en sangre, exceso de grasa corporal alrededor de la cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos, los cuales aumentan el riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.

Se diagnostica por imagen en el ultrasonido abdominal, por biopsia o toma de una muestra del tejido hepático, con historia de no consumo significativo de alcohol, ausencia de enfermedad hepática crónica coexistente y exclusión de otras once causas posibles.

Otro elemento que debe tomar en cuenta es que el hígado graso tiene tres etapas y hay que controlarlo tempranamente, pues si evoluciona sin control puede llegar a causar Cirrosis o sea que el hígado deja de cumplir sus funciones de producción de bilis, digestión, almacenamiento de

azúcar, vitaminas y minerales, desintoxicación de la sangre frente a sustancias tóxicas como el alcohol y regulación de los niveles de químicos en la sangre. Y de la Cirrosis puede evolucionar a cáncer hepático o Hepatoma.

Para prevenir el exceso de grasa en el hígado, es necesario que se abstengan de consumir alcohol o evitar el consumo excesivo de alcohol, es decir, más de 14 tragos por semana o más de 4 tragos en un día para los hombres y más de 7 tragos por semana o más de 3 tragos en un día para las mujeres, recordemos que en ellas el hígado se tarda más en desintoxicarlas.

Es importante también vacunarse contra el virus de la hepatitis A y B, así como modificar los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular como son la hipertensión o presión alta y la hiperlipidemia o subida del colesterol y triglicéridos.

El tratamiento se basa en la pérdida de peso, especialmente en personas con sobrepeso u obesidad, los cuales es necesario que pierdan entre cinco y siete por ciento de su peso corporal a un ritmo de 0,5 a 1,0 kg por semana (1 a 2 libras por semana) mediante modificaciones en el estilo de vida que incluyen terapia dietética y ejercicio.

Ahora usted sí sabe lo que es el hígado graso, cuidarnos y prevenir enfermedades es nuestra mejor opción.

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