Entró En Vigor La Prohibición De Ofertar Productos Chatarra En Las Escuelas Quienes la incumplan deberán pagar multas de hasta 130 mil pesos
Alicia Yolanda Reyes
La obesidad en México y en mundo es un grave problema de salud, esto al parecer no es asimilado por la población en general, padres de familia, cooperativas de las escuelas han llegado a acusar al gobierno Federal, de tomarse atribuciones, incluso dicen que estamos a un paso del fascismo.
Está claro que todas estas campañas están siendo financiadas por la industria “alimenticia”, que sin preocuparles el daño que causan en la población, ven perder ganancias con la comercialización de estos productos que causan enfermedad y muerte.
Al igual que ha sucedido con la industria tabacalera estos señores alertan por la pérdida de empleos, al disminuir la venta de sus mal llamados “alimentos”, que no son otra cosa que harinas, azúcares, y grasas con bajo valor nutritivo.
La Secretaría de salud, señala que el objetivo de esta prohibición es reducir el problema de sobrepeso y obesidad infantil, que de acuerdo a datos de 2024 afecta al 36 por ciento de la población infantil.
México ocupa el primer lugar en el orbe en obesidad infantil. Se calcula que uno de cada 20 niños menores de cinco años sufre obesidad, de ahí la necesidad de estas políticas publicas que permitan revertir la situación.
Desde que nacen los infantes son expuestos a leche de fórmula, y papilla industrializadas con exceso de azúcar y conservadores.
La leche materna, no solo es más nutritiva, ofrece a los/as pequeños la posibilidad de adquirir anticuerpos para múltiples enfermedades, crea lazos afectivos sólidos, y permite que las y los bebés se sientan amados y protegidos.
Expertos en nutrición consideran que las frituras son los productos chatarra menos saludables y con menor aporte nutricional.
Édgar Rivera académico de la Universidad de Guadalajara, señala que los productos menos saludables son las frituras a base de harina ultra procesada, como los famosos chetos, que contienen además colorantes, los churritos, los cacahuates japoneses que contienen harina y exceso de sal, así como los panes muffins, galletas con chispas de chocolate, raspados y helados, con alto contenido de azúcar.
En el siglo pasado el problema de obesidad infantil era casi inexistente ya que el desayuno consistía en huevos, frijoles, queso fresco, avena, pan integral, y grasa saludables como aguacate, nueces, cacahuates, y otros cereales.
El lonche que se llevaba a la escuela o al trabajo contenía frijoles, huevos, verduras, frutas, agua natural o leche
En la actualidad, incluso en las familias de bajos recursos se incluye en la colación galletas, industrializadas, botanas, leche saborizada, jugos de lata o empaque Tetrapak. Refrescos, productos de los que México es uno de los mayores consumidores a nivel mundial.
Modificar hábitos alimenticios ofrece en el corto plazo una población más sana, desde la infancia.
Una amiga química farmacéutica me contó hace unos días que su sobrepeso era cada vez más preocupante, además de que se daba cuenta que se cansaba con frecuencia, se hizo exámenes laboratoriales buscando la causa.
El endocrinólogo le sugirió deja de consumir refrescos, botanas industrializadas, incluir frutas, verduras y alimentos naturales, tortillas de maíz, en lugar de pan blanco, arroz integral, y agua natural.
En menos de dos semanas se sintió con más energía, disminuyo el riesgo de problemas metabólicos, estabilizó su azúcar, y perdió unos kilitos.
Reconoce que no le costó tanto trabajo como ella creía, y que su nueva alimentación, le sale, incluso más económica.
Édgar Rivera académico de la U de G del Centro Universitario de los Altos, recomienda la estrategia como “Vida saludable” impulsada desde el gobierno Federal que incluye actividad física, mínimo 15 a 30 minutos diarios de caminar, o practicar cualquier deporte que nos agrade.
En lugar de sentarnos en familia a ver la televisión, o practicar videojuegos, salir a caminar, es una buena opción ¿no le parece? (aliciayolandar@hotmail.com)