El uso de fórmulas provoca morbimortalidad infantil según datos de la UNICEF, la lactancia materna debe ser exclusiva.
Por Alicia Yolanda Reyes.
Es un error común pensar que la leche materna el seno no es tan nutritiva, y que la mamá tiene que ayudarse con otros productos los primeros días.
Carmen tuvo su primer hijo cuando tenía 18 años, al principio el pequeño lloraba día y noche, la abuela del bebé le explicó que su leche estaba muy delgada y que era la causa del llanto, le aconsejó iniciar con biberón, para que el pequeño quedara satisfecho.
Esta situación, además de que priva a los bebés del calostro, en ocasiones contribuye a que rechacen el pecho, ya que del biberón la leche fluye en mayores cantidades los primeros días. El calostro incrementa la interleucina, tiene propiedades antiinflamatorias y contribuye a la regulación y reparación del sistema inmunológico. Incluso en el caso de bebés prematuros se les administra el calostro de la madre a través de una sonda, para proveerles los beneficios de esta sustancia en los primeros días de nacido.
Los bebes se benefician si desde las primeras horas de nacidos reciben leche materna, incluido el calostro, que anteriormente se pensaba que era una leche muy diluida, y no los llenaba, por lo que algunos médicos recomendaban “completar la alimentación con biberón.” El “calostro es oro líquido para prematuros”. Ya que brinda muchos beneficios a la salud del recién nacido, señaló la pediatra neonatóloga Vilma Lizet García Gutiérrez del Hospital de Gineco-Obstetricia del IMSS, Jalisco.
A todos los recién nacidos les beneficia el calostro, pero en especial a los nacidos prematuros, puntualizó la profesional de la salud durante las Jornadas Académicas con motivo del 56 de dicho hospital.
El calostro explicó se considera la primera vacuna del bebé, ya que fortalece su sistema inmunológico protegiéndolo de infecciones en general y reforzando su sistema digestivo. Muchas madres, sobre todo primerizas piensan que el calostro no alcanza a satisfacer a los bebés, que se quedan con hambre, y aconsejadas por médicos y familiares, “completan la alimentación con leche de fórmula”.
Ese es un error ya que el calostro tiene menos lactosa y grasa que la leche materna, es una leche de transición, es digerible y perfectamente adaptable a la capacidad estomacal de los bebés. El calostro se empieza a producir en pequeñas cantidades durante los primeros meses del embarazo, la mayor producción se presenta en lo primeros días posteriores al parto.
La lactancia de mamá beneficia a madres e hijos ya que crea y fortalece los lazos de amor entre ambos, al bebé le da mucha seguridad, y siente el amor materno, y la madre a su vez logra “enamorarse de su hijo/a” creando vínculos difíciles de romper. La lactancia también ayuda a una mejor recuperación de la madre después del parto, disminuye el riesgo de hemorragia y del riesgo de depresión postparto.
De acuerdo con la UNICEF la lactancia a largo plazo disminuye las posibilidades de cáncer de ovario, diabetes, hipertensión, ataques cardíacos, anemia y osteoporosis.
En México el costo asociado a la salud de los infantes por una mala práctica de no dar leche materna exclusivamente va de 745 millones a 2,416 millones anuales. De estas cifras el costo de la fórmula infantil se ubica entre el 11 y 38%.
Lo anterior nos demuestra que desde todos los puntos de vista que alimentar a nuestros infantes con leche materna exclusiva, en los primeros seis meses de vida, proporciona una mejor salud a madres e hijos
(aliciayolandar@hotmail.com)
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